Lista de espera en UCI se redujo, pero los contagios de covid-19 en Quito siguen al alza

Una brigada del Municipio de Quito acudió el jueves al Centro Comercial Ipiales del Sur para atender a pacientes. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO

Una brigada del Municipio de Quito acudió el jueves al Centro Comercial Ipiales del Sur para atender a pacientes. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO

Una brigada del Municipio de Quito acudió el jueves al Centro Comercial Ipiales del Sur para atender a pacientes. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO

Los datos de la Secretaría de Salud del Municipio de Quito muestran una reducción en la lista de espera de pacientes de covid-19 por una cama en las unidades de cuidados intensivos (UCI) entre el 20 de septiembre y el 8 de octubre.

Sin embargo, el número de contagios continúa en aumento en la capital. En tan solo siete días, del 1 al 7 de octubre, el COE de Pichincha registró
3 392 nuevos casos. En ese lapso, la cifra de fallecidos pasó de 1 298 a 1490, es decir 192 más.

Hay al menos tres factores que explican por qué se incrementan los casos mientras que en los hospitales la demanda de camas ha experimentado una disminución.

Francisco Pérez, director de Planeamiento de la Secretaría, señala que lo primero a tomar en cuenta es que ahora hay más capacidad para diagnosticar la enfermedad a tiempo, antes de que la salud de la persona se complique, porque se realizan más pruebas y por el trabajo de las brigadas móviles.

El segundo elemento es que hay información represada por parte del Ministerio de Salud que hace que las cifras varíen en un día. Esto ocurrió el 8 de octubre, Según Ximena Abarca, secretaria de Salud, ese día se registró un pico de nuevos casos (2 099) debido al ingreso de información que no se recibió durante cinco días.

El tercer elemento tiene que ver con el curso de la pandemia. Pérez indica que es normal que exista una ola con un pico y después un declive.

Sin embargo, solo con la realización de pruebas se puede “aclarar las cifras”.

Entre el 20 de septiembre y el 8 de octubre, el día con más demanda de camas de cuidados intensivos fue el domingo 20 de septiembre. Un total de 24 personas requirieron atención.

Desde ese día, la cifra ha variado pero sin sobrepasarla. El 8 de octubre llegó a los tres pacientes. Durante agosto y las dos primeras semanas de septiembre, la lista de espera en un día llegó a 52 personas. La Secretaría de Salud sostiene que si bien esto alivia la presión sobre la demanda de atención en las UCI, aún hay saturación.

Hasta el jueves 8 de octubre, en el Hospital Quito Sur del Seguro Social, 22 de las 28 camas UCI estaban ocupadas con pacientes covid. En el área de hospitalización, en cambio, de las 300 camas, estaban utilizadas 234.

En la sesión del Concejo Metropolitano del martes 6, Abarca dijo que hay cerca de 130 camas disponibles en hospitalización. La lista de espera es de entre 3 y 5 pacientes diarios.

En su informe la funcionaria mencionó que durante la semana 40 (entre el 28 de septiembre y el 4 de octubre), Quito experimentó un nuevo pico. Se reportaron 4 166 nuevos casos. Eso significó un aumento respecto a la semana 39 (entre el 21 y 27 de septiembre) cuando existieron 3 905.

¿Por qué menos ocupación hospitalaria no se traduce en menos casos? Pérez señala que como se están realizando más pruebas, las cifras suben.

Actualmente, el Municipio realiza test en los 10 puntos fijos de triaje y en las visitas de las brigadas móviles a los barrios de las 16 parroquias priorizadas.

El jueves, las brigadas estuvieron en el Centro Comercial Ipiales del Sur, en Chillogallo. Esta parroquia encabeza la lista de zonas con mayor número de contagios en Quito: 3 834 casos. Le siguen Guamaní, Calderón, Cotocollao, La Magdalena, Belisario Quevedo y Chimbacalle.

La atención en el sur se inició a las 08:00. Comerciantes y vecinos de la zona fueron valorados por los brigadistas.

Willian Basantes, dirigente barrial de Chillogallo, indica que el trabajo de las brigadas ha generado mayor conciencia en los moradores ya que se toman más en cuenta las medidas de bioseguridad.

Pérez insiste en que la detección temprana de casos y la identificación de pacientes asintomáticos son acciones que han permitido disminuir la demanda en los hospitales. De allí la importancia del trabajo en carpas y en brigadas.

Desde la segunda semana de agosto se iniciaron los testeos en parroquias. El Municipio ha atendido a 40 000 personas y se han hecho 32 700 pruebas, de las cuales 6 247 resultaron positivas. De estas, 2 000 fueron de pacientes asintomáticos, es decir el 32%. “Esto significa que se está haciendo un buen rastreo de los contactos de personas positivas para aislarlos”, señala Pérez.

Esteban Ortiz, docente investigador de salud pública y global de la UDLA, dice que el número de contagios mediante los test no son un buen indicador.

Recuerda que, al inicio de la pandemia, cuando se registraban hasta 1 000 muertes diarias solo se hacían 700 pruebas. “Los factores que se deben tomar en cuenta para conocer la situación son el número de egresos hospitalarios, la ocupación de camas y el levantamiento de cadáveres”.

Según Abarca, entre el 1 y 8 de octubre, el Municipio no realizó levantamiento de cadáveres en calles y viviendas.

Para el epidemiólogo Rodrigo Henríquez, los casos que hoy se detectan en Quito son en su mayoría de menor gravedad. Esto influye en que la ocupación en hospitalización no se sature. Dice que la urbe no experimenta una disminución de contagios sino una estabilización. “Vamos a tener más contagios, pero se espera que el ritmo con el que se producen sea más lento”.

Ahora el Municipio se alista para una nueva etapa. Desde la próxima  semana (13 de octubre) está previsto que 600 rastreadores, que se formaron en un curso en línea con el Hospital Larkin de Miami (Estados Unidos) para la detección temprana de nuevos contagiados, empiecen a trabajar en los barrios.

En contexto

El Municipio de Quito ha tomado 54 596 muestras y ha procesado 48 660. De este total el 21% es de casos positivos. La Secretaría de Salud dice que la infección se mantiene con un aumento de casos con una ligera desaceleración en las parroquias urbanas.

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