Santiago Estrella Garcés. Corresponsal en Buenos Aires
¿La del domingo es una victoria electoral de José Mujica o del Frente Amplio (FA)?
Del FA. La izquierda ha crecido constantemente del 20% ,cuando comenzó la democracia, al 51% ahora. Se fue constituyendo como una fuerza que comenzó con el control de los sindicatos, educación, organizaciones sociales y eso lo terminó reflejando cuando Tabaré Vázquez ganó en la primera vuelta (2004).
¿Fue por desgaste que José Mujica no ganó en la primera vuelta?
Juan Carlos Doyenart.
Politólogo uruguayo
¿Por qué está aquí?
Su experiencia. Analista de opinión uruguayo y director de Inter Consult, una empresa encuestadora con sede en Montevideo.
Su punto de vista. Uruguay es un país con instituciones sólidas. José Mujica no cometerá ninguna locura y las relaciones con Estados Unidos seguirán siendo buenas.
No, sino porque no era un buen candidato. No era el mejor, porque el Gobierno fue exitoso desde cualquier punto de vista. Crece el salario real, la capacidad adquisitiva de la gente, la desocupación baja a la mitad, la pobreza pasa de un 32 a un 25%.
¿Por qué dice que Mujica no es el mejor candidato?
Porque el FA creció en mucho por la clase media, más atada a las tradiciones. Entonces es un candidato que viene de la guerrilla, más rupturista, con aspecto de no presidenciable. El uruguayo siempre creyó que debían gobernar “ellos”, es decir los doctores, los que saben, los que estudiaron, los que vienen de familias políticas. Vázquez entra en esa categoría. Mujica no reúne ninguna de las características de un presidenciable. Genera en ciertos sectores un atractivo por ser diferente, y en otro el temor y la incertidumbre.
Entonces, ¿por qué votaron por Mujica si creen que no está capacitado?
Porque es gente que no está dispuesta a votar por los partidos fundacionales. Entonces siguen votando al FA.
Entonces, ¿es fundamental la presencia de Danilo Astori (ex ministro de Economía y del ala moderada del FA) como vicepresidente?
Claro, porque Astori da las garantías que no da Mujica. Mucha gente decía que no importaba Pepe porque está Astori, que es uno de “ellos”.
Si Astori es lo intelectual, ¿qué sería Mujica?
La autenticidad, la austeridad, el hombre más de pueblo con un estilo comunicacional más llano, más directo, atributos que a los uruguayos nos encanta porque no los tenemos.
En tiempos no electorales, Mujica decía que el proyecto político que sostenía en los años sesenta ya no es viable… ¿Es creíble?
Como figura pública es creíble en todo lo que dice. Es su gran atributo. Su imagen está muy lejos de ser de guerrillero, sino del abuelo simpático con dichos populares. Pero además hay un fenómeno: hay gente que considera que el pasado de Mujica fue un mérito porque demostró que es capaz de jugarse la vida por lo que creía, aunque estuviera equivocado. Tan es así que ningún candidato tocó ese aspecto en la campaña.
Julio Marenales (uno de los líderes históricos del MLN) dijo que “lo vamos a vigilar”. ¿Cuán posible es que pueda salir de su barra?
Durante nueve años, el MLN discutió qué hacer: si mantener vigente la idea de la lucha armada aunque sin tomar las armas o seguir la vía electoral. En 1994 deciden lo segundo y Mujica sale diputado. El Movimiento de Participación Popular (grupo de Mujica) se convierte en una máquina electoral que hoy tiene siete senadores y 19 diputados. No imaginaron que el FA iba a llegar al poder y menos que Mujica llegara a la Presidencia.
¿Por qué Uruguay no ha sido muy tomado en cuenta dentro del contexto de gobiernos latinoamericanos de izquierda?
Uruguay es un país atípico, culturalmente europeo, lejos de los problemas de Ecuador, Colombia, Venezuela o Bolivia. Para ellos será muy difícil adoptar un esquema uruguayo porque son países donde grandes masas quedaron marginadas por los partidos tradicionales, que fueron corruptos y desprestigiaron la política. Por eso votaron por alguien fuera de la política, con discursos fuertemente nacionalistas.
Pero en Uruguay hay pobreza, exclusión, desempleo y se votó por cambiar la hegemonía de los partidos fundacionales.
Pero no es la misma historia. El Gobierno (de Tabaré Vázquez) redujo la pobreza, pero no redujo la desigualdad, que históricamente es baja respecto a los demás, en los que hartos de los gobernantes buscaron a los Chávez, los Correa, los Morales. En los tres casos, crearon nuevas constituciones, pero el problema no era lo escrito, sino las realidades. Terminaron generando rupturas sociales muy fuertes, una mitad que los odia y otra que los ama. Y eso termina mal siempre. Mientras que en Chile y Uruguay funcionan esquemas políticos parecidos a los europeos, en los que se puede pasar de un Gobierno de izquierda a derecha y viceversa sin rupturas.
¿Y con Mujica cómo será la relación con EE.UU.?
No va a ser problemática porque José Mujica es un gran pragmático. Él sabe que ponerse como enemigo de Estados Unidos es para salir perdiendo. Ha dicho que si EE.UU. es el país que más consume, cómo no va a tener relaciones con ellos. Puede generar conflictos al interior del FA, pero fundamentalmente primará la lógica. No va a hacer ninguna locura, no va a hacer ningún chavecismo. Es amigo de Hugo Chávez, pero reconoce que es un loco suelto, y sabe que lo que conviene a Uruguay es un modelo tipo Lula da Silva o tipo Michelle Bachelet.