Modesto Moreta. Red. Ambato
En el barrio Pucarumí, a 1 kilómetro del centro de la parroquia Cunchibamba, en Ambato, 129 familias riegan 30 hectáreas de cultivos con agua del río Cutuchi, que llega a través del canal Latacunga-Salcedo-Ambato.
En ese caudal flotan perros muertos, basura, envases de productos químicos, gaseosas, heces, aceite de las lavadoras de vehículos… El líquido ocre y espumoso pestilente llega por este sistema de hormigón y se filtra directamente en los sembríos.
Sin vida acuática
En Tungurahua, desde 2006, la Agencia de Aguas de Ambato la fundación Global Water For Sustainabiliti y la Universidad de Florida realizan un estudio para determinar el nivel de contaminación en la cuenca del Pastaza, que incluye a los ríos Ambato, Patate, Pachanlica y Chambo.
La Municipalidad de Latacunga emitió una Ordenanza para prevenir y controlar la contaminación. Cualquier persona puede denunciar la descarga de líquidos y de las emisiones a la atmósfera.
El estudio de viabilidad explica que el Cutuchi tiene alto contenido de coliformes fecales y ausencia de vida acuática.
Estudios realizados desde 2002 por el ex Consejo Nacional de Recursos Hídricos (CNRH), ahora Secretaría Nacional de Agua, el Instituto Nacional del Riego de Cotopaxi y otras entidades demuestran que el Cutuchi es un río “muerto” por los altos niveles de contaminación.
En sus aguas hay una alta presencia de boro, un químico que causa trastornos neurológicos y tumores malignos. El canal de riego tiene 36 kilómetros y genera 4 500 litros por segundo.
17 000 familias lo usan para irrigar 7 500 hectáreas de cultivos de hortalizas y legumbres en Tungurahua y Cotopaxi. A esto se suma el manejo inadecuado de los desechos. El documento explica que, diariamente, 1,8 toneladas de escombros y basura se arrojan al río. La mayoría proviene de las 41 industrias metalúrgicas, curtiembres, molineras, talleres, aglomerados, floricultoras, ubicadas cerca del afluente.
Este Diario intentó conversar con los representantes de varias empresas para conocer si están aplicando un plan de descontaminación. Pero se negaron a atendernos. María Calapiña, vecina del barrio Pucarumí San José, de la parroquia Cunchibamba, conoce el problema. “Pero hasta ahora no ha pasado nada. Acá nadie se ha enfermado por usar esta agua en el riego”, comenta, mientras retira un envase de gaseosa que flota en la superficie. Ella utiliza el río Cutuchi para lavar la ropa de sus dos hijos porque en su barrio no hay agua.
Al igual que Calapiña otras 20 familias lavan su ropa en esas aguas. La mujer enjabona las prendas sobre una piedra grande, a un costado del canal. A pocos metros, sus hijos Juan y Javier juegan en el camino arenoso que conduce al poblado de casas dispersas, de bloque y techo de teja.
Única fuente de trabajo
El agricultor Jorge Gutiérrez cuenta que está contento porque este año la cosecha de papas es buena. Mientras saca dos grandes tubérculos con sus manos de la tierra, atribuye la buena producción al agua que recibe tres veces a la semana. Comercializa sus productos en Ambato.
“El líquido está contaminado con aceites, químicos y otros productos que afectan a la salud, pero no tenemos otra fuente de captación”, admite el agricultor, quien emplea botas de caucho para recorrer las plantaciones.
En la parroquia Puerto Arturo, Jorge Medina, agricultor de la zona, también irriga los cultivos de maíz, zanahoria y alfalfa con el agua del río Cutuchi.
Pese a la buena producción, Medina ya ha recibido quejas de clientes que no quieren comprar las hortalizas y verduras. “Dicen que están muy contaminadas.
Las autoridades deben ayudarnos a limpiar el río. De lo contrario, dejaremos de trabajar”. Esto también preocupa a Patricia Aguirre, presidenta del canal de riego Latacunga-Salcedo-Ambato.
Ella dice que la organización está integrada por 61 juntas de regantes y que los productos ya tienen problemas de comercialización. Por ello, inició las gestiones en el Municipio de Latacunga y en el Consejo Provincial de Tungurahua. “Estamos vendiendo y consumiendo cáncer. En los últimos cuatro años, en Cunchibamba murieron con esta enfermedad 12 personas”.
Luis Cuji, coordinador del Parlamento Agua del Gobierno Provincial de Tungurahua, explica que para 2010 se prevé iniciar los trabajos para descontaminar el canal de riego. Por esta razón, se conformó una comisión integrada por los regantes, la Dirección de Salud y otras entidades. El objetivo es recopilar todos los estudios y documentos sobre la contaminación del río Cutuchi.
El siguiente paso será reunirse con todas las autoridades de Cotopaxi y Tungurahua para definir cómo se aplicará el proceso.
Más casos de cáncer
Pero el caso del río Cutuchi no es aislado. Solo en Tungurahua, 4 950 hectáreas de 10 parroquias y comunidades de los cantones Ambato y Pelileo son regadas con agua contaminada.
Esta provincia, considerada una de las más productivas del país, tiene 58 000 hectáreas cultivables. En estas comunidades se depositan las aguas servidas y los desechos de curtiembres y de empresas que fabrican ropa, papel, alimentos… en los ríos Ambato y Pachanlica.
Estos afluentes, incluido el Cutuchi, son utilizados por miles de agricultores de Unamuncho, Cunchibamba, Puerto Arturo, Izamba, Las Viñas, Playas de Cevallos, Pishilata, Manzanapamba, Chiquicha, Salasaca y Benítez para sembrar legumbres, hortalizas y frutas de la región.
Estudios realizados por el Instituto Nacional de Riego demuestran que el agua contiene bacterias coliformes (heces), cromo, plomo, permanganato de potasio, hierro, pesticidas, grasas y otros productos que pueden ocasionar cáncer al estómago, páncreas, hígado y colon.
Así lo confirma Aída Aguilar, especialista del hospital de la Sociedad de Lucha contra el Cáncer (Solca) de Ambato. En esta institución, entre enero a julio de este año se atendió a 136 pacientes. El año pasado se registraron 76 casos. “Las personas con esta enfermedades aumentan. No se descarta que esto esté asociado con la contaminación del aire, ríos y de los productos que se consumen”.
Un informe del Ministerio de Agricultura indica que solo en Unamuncho, Cunchibamba, Izamba y Puerto Arturo se cosecharon anualmente 30 564 toneladas de arveja, cebolla colorada, col, coliflor, fréjol, papas, remolacha, tomate riñón, brócoli, lechuga, choclo, culantro, apio… En el resto de las zonas no hay un registro técnico.
El 70% de esa producción se distribuye a Quito, Guayaquil, Cuenca, la Sierra centro y a las provincias de la Amazonia.
Fabián Valencia, director provincial del Ministerio, reconoce que el problema de la contaminación en Tungurahua se inició hace 23 años con las construcciones de canales de riego que utilizan agua de estos ríos.
Para el funcionario, el uso de las aguas servidas y contaminadas con químicos atenta contra la Seguridad Alimentaria porque la gente no consume productos sanos. “A los agricultores no les podemos decir que no riegue con esa agua. Se quedarían sin trabajo”, comenta.
También recomienda que los municipios de Ambato y Pelileo realicen programas de descontaminación. Pese a que el problema se remonta a dos décadas atrás, ni los organismos seccionales ni el Instituto Nacional de Riego han priorizado este tema en su agenda.
Luis Salazar, director del Instituto Nacional de Riego (Inar) en Cotopaxi, explica que en 2002 se diseñó un plan de descontaminación del río Cutuchi.
Para esto se necesitan USD 12 millones. “Pero por discrepancias entre las autoridades de Tungurahua y Cotopaxi el proyecto quedó archivado. Desde esa fecha no hay un estudio técnico actualizado sobre contaminación en estas regiones”.
Punto de vista
Patricio Miranda / Delegado Regional del Ministerio del Ambiente
‘Pocas empresas tienen un plan ambiental’
La contaminación de los ríos y el uso del agua para el riego son peligrosos, porque las plantas de las hortalizas y legumbres absorben los metales pesados y los cloros. Esto hace que esos alimentos se vuelvan muy riesgosos.
Por ello, es necesario iniciar entre las autoridades de Tungurahua y Cotopaxi un plan de manejo provincial que ayude a la descontaminación del río Cutuchi y otros afluentes.
En estos fuentes de agua por los altos niveles de contaminación es difícil encontrar preñadillas o ranas. Estas no sobreviven a la turbiedad del agua provocada por las minas de arena y piedras. Además por la contaminación de las aguas residuales de la ciudad, especialmente de las curtiembres, una de las industrias más contaminantes en Ambato y Tungurahua, por el uso de metales pesados como el cromo.
Estas empresas nunca han trabajado con un plan completo de manejo ambiental. Por ello, el Ministerio, con el tratado Único de Leyes Ambientales y el Sistema Único de Manejo Ambiental, inició el control de las fábricas y empresas.
El objetivo es que cada una cuente con los estudios de impacto ambiental y auditoría ambiental, antes y después del proceso de tratamiento. Los estudios deben servir de herramienta para el empresario, con el propósito de reducir el impacto en el ambiente. Pero como no existe ninguna medida preventiva ni de limpieza, la contaminación sigue.