Santiago de Chile. Reuters y AFP
Los candidatos presidenciales chilenos se jugaron ayer su última carta pública para captar los votos en la reñida elección del domingo 13, en actos callejeros con los cuales cerraron una tibia campaña electoral.
El favorito según las encuestas, el multimillonario de derecha Sebastián Piñera, ocupó con sus escenarios de campaña la principal arteria de Santiago de Chile desde horas de mañana, interrumpiendo el tráfico de la multitud que está más pendiente del campeonato local de fútbol y de las compras navideñas.
8,2 millones
de chilenos están registrados para votar en las elecciones generales del domingo 13.Piñera lograría la mayoría de los votos del domingo, pero no los suficientes para eludir una segunda vuelta el 17 de enero ante el aspirante oficialista, el ex presidente Eduardo Frei, que aparece segundo en las intenciones de voto.
“Creo que (las campañas) están tibias a nivel ciudadano. Porque nada muy importante va a cambiar en la vida de las personas. Lo que sí yo veo es que la clase política está un poco más tomada de los nervios”, dijo el abogado, periodista y columnista Héctor Soto.
Si el empresario gana en las elecciones, pondrá fin a dos décadas de gobiernos de centroizquierda de la coalición Concertación, que se conformó con el objetivo de sacar del poder al dictador Augusto Pinochet y que ahora muestra fracturas entre sus socios.
Piñera también daría a la derecha su primera victoria electoral en 50 años, en caso de ganar en la segunda ronda, una posibilidad cierta según los sondeos, pero que según analistas no traería grandes cambios en la economía del país o en sus políticas.
Las perspectivas de un cambio de frente en la conducción del país no han logrado calentar una campaña que tiene la mirada en la segunda vuelta.
En tanto, los chilenos con algún tipo de discapacidad que les impida ejercer el sufragio podrán ser asistidos por una persona de confianza para votar. La medida se aplica por primera vez en los comicios generales, dijo la ministra de Planificación, Paula Quintana.