Redacción Cuenca
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El prolongado estiaje en el Austro mostró que la realidad del sector eléctrico del país no cambió. El sector sigue dependiendo de lo que ocurra con la Central Paute, que funciona desde 1983.
En los últimos años, en el Austro hubo gran cantidad de pluviosidad, por ello no hubo problemas en el suministro. El 6 de noviembre de 2008, Paute tuvo un caudal de 157,15 metros cúbicos por segundo y estuvo en los 1 990,89 metros. Ayer fue distinto, con 33,1 y 1 968,23, en ese orden.
En condiciones normales esta generadora aporta con el 35% de la demanda nacional, que en horas pico (de 18:00 a 22:00) alcanza los 2 600 megavatios/hora. Ahora, esta central solo entrega el 15%, reconoció el ministro de Electricidad, Esteban Albornoz.
A este problema se suma la sequía en Colombia, que antes aportaba con el 10% de la demanda local y ahora solo entrega del 5% al 6%. Por eso, se tuvieron que potenciar las centrales termoeléctricas, que actualmente aportan con el 60% del requerimiento nacional, dijo Albornoz.
Según él, dos centrales térmicas privadas están en mantenimiento y operarán desde el 15 de este mes. “Allí tendremos una recuperación de la oferta energética”.
Ayer, la demanda de energía en el país entre las 00:00 y las 17:00 llegó a los 26 257 megavatios, según el Centro Nacional de Control de Energía. Mientras que el aporte de hidroeléctricas y termoeléctricas y de Colombia sumó 27 357 megavatios.
La diferencia son las pérdidas inevitables en la distribución, dice Carlos Durán, presidente de la Empresa Eléctrica Centro Sur. En el país funcionan ocho hidroeléctricas y 11 centrales térmicas.
Entre estas últimas están Electroguayas, Electroquil, Machala Power, Termoguayas, Termopichincha y Termoesmeradas. Hasta las 17:00 de ayer, el sector térmico, que usa búnker y vapor, produjo 17 802 megavatios y el hidroeléctrico generó 8 252,8.
Según el experto en el sector térmico, Iván Ortega, varias de estas centrales funcionan al máximo. “Por lo menos unas 18 horas al día están generando en su totalidad”. Para él, los apagones no solo tienen que ver con Paute, sino también con la entrega de energía desde Colombia.
Aseguró que en épocas normales llegaban al país 200 megavatios y ahora eso se redujo considerablemente. “Si Colombia nos enviara más energía, no tendríamos apagones”. Pero en ese país también se registra una sequía.
Por ahora, las lluvias seguirán siendo la principal solución para la generación. Esa es la opinión del presidente del Colegio de Ingenieros Eléctricos del Azuay, Fernando Solórzano, quien ya habló sobre la posibilidad de cortes de energía en agosto pasado. “No hay una manera a corto plazo, que no sean las lluvias, que ayude a evitar los cortes de energía”.
Dijo que la demanda crece un 20% cada año, por ello, anualmente se necesitaría una generadora como la hidroeléctrica Ocaña (26 megavatios), que se construye en Cañar, para que la oferta crezca a la par de las necesidades.
Solórzano agregó que el problema pasa por la falta de políticas de ahorro. Ello significa, dijo, fijar medidas prácticas. “Los focos ahorrados no son una forma eficiente para aminorar el consumo de energía”.
Para Albornoz, esta sequía es la más fuerte en 45 años. “Lleva seis semanas y en ese tiempo garantizamos el servicio, pero los caudales siguieron bajando y ya no se pudo garantizar”. En esta época, los caudales de ingreso a Paute oscilaban entre los 70 y 80 m3 por segundo. Ahora, es de 33.
Ayer, el presidente Rafael Correa aseguró que por un error de cálculo ordenó, sin previo aviso, los racionamientos de energía.
“Eso ha causado desórdenes en las vías y descontento en la población”. Añadió que su equipo calculaba que lloviera el lunes pasado, pero eso no ocurrió.
Finalmente, se disculpó por la medida y anunció que el sector eléctrico ya fue declarado en emergencia, para afrontar los efectos del estiaje.