Redacción Cultura
Mauricio Samaniego publicó ‘Taxidermia’. Son ficciones con personajes contradictorios social, psicológica, política y filosóficamente, que toman de la realidad lo necesario para volverse contra ella desde la ficción.
“Me permiten decir cosas que yo creo. No desde lo racional, sino a partir de las emociones. Los personajes aparecen como resultado de lo que uno es, de lo que tiene adentro. No son reales, pero son posibles”, dice Samaniego.
No real, pero posible. ¿Cómo se juega con la ficción?
Hoja de vida
Mauricio Samaniego P.
Nació en Quito, en 1965. Estudió escritura de guiones en la Universidad Autónoma de Madrid .
Trabajó en producciones audiovisuales del país.
Cualquier cosa, por más halada de los pelos, puede volverse verosímil si está en un universo con reglas determinadas. Escribir ficción es tomar elementos sólidos de la realidad, pero volar todo lo que se quiera dentro de una fantasía donde se los haga posibles.
A sus personajes se los encuentra al cruzar la calle, ¿son cuentos ecuatorianos?
Son nacidos aquí; yo soy longo de Quito y no hay de otra… pero, no son folclóricos ni nacionalistas, no tienen códigos exclusivos.
La preservación, desde el título ‘Taxidermia’, está en su libro. ¿Le interesa mantenerse en sus relatos?
Lo que me interesa es que se vendan… (ríe). Tengo ganas de que los lean, que me digan si les gusta o no. En parte estoy fresco, porque mis hijos ya los leyeron…
La paternidad también flota sobre sus cuentos…
Mis hijos son lo más importante en mi vida . ‘A las 7 y 34’ se escribió por que mi hijo es muy parecido a mí y nació en la misma fecha que yo. Así, surgió la idea de la repetición cíclica.
En ‘Cómic’ y ‘Personajes’, los protagonistas son autores que se confunden con su obra. ¿ Le sucede esto?
Sí, elementos o momentos de lo que uno vive se mezclan. No sé si es sano, pero es simpático que lo escrito alimente tu vida y viceversa. Es un tanto esquizofrénico, pero resulta divertido.
(Los cuentos de ‘Taxidermia’ fueron primero guiones, algunos de ellos vivieron 15 años en la sombra antes de salir como literatura. “Mi formación, o mi deformación, es de guionista. La escritura literaria me viene de disfrutar de la lectura”, explica el autor.)
¿Cómo se camina desde el guión al cuento?
El guión es un género efímero, no está para ser leído, sino para ponerse en imagen; su vida útil termina en el director, el actor y los técnicos, no tiene otro objeto.
En el caso de los relatos de tinte fantástico, fue necesario la reescritura en lenguaje literario para volar cuanto yo quería volar. Entonces empecé a transmitir con la palabra y resultaron textos que funcionaban como cuentos.
Pero hay elementos cinematográficos…
Cuando escribo prefiero nutrirme de la visualidad y de la acción dramática. Lo hago a partir de imágenes, las describo cuando llegan a mi cabeza. Me gusta más que las reflexiones infinitas.
¿Cómo maneja el tiempo en la narración?
En el audiovisual clásico se requiere la elipsis, para eliminar todo lo que no aporte en los cambios del personaje o en el desarrollo del conflicto. Eso me resulta.
¿Es posible un recorrido: guión – cuento – guión – cine?
Sí, de hecho mantengo los guiones. Si los vuelvo a adaptar desde el cuento, seguramente habrán ganado. He pensado iniciar la realización de uno de ellos…