Redacción Quito
Al final de cada día, en las tres estaciones de transferencia y en las 48 paradas del Trolebús hay boletos de distintos colores regados por el piso. Cada uno tiene numeración, los sellos de la compañía Trole y las letras EB.
Las fechas claves
El 22 de febrero de 2006, con oficio 670, el Cabildo encargó a la Emduq el proceso de contratación del sistema de recaudación.
El 10 de octubre de 2006 se realizó la primera reunión entre los representantes de la Emduq y la empresa coreana EB.
El 22 de diciembre de 2006, el Directorio de la Emduq, en sesión, conoció y aprobó el acuerdo final de la negociación.
El 9 de abril de 2007, la Procuraduría Metropolitana aprobó la firma del contrato y detalló que no había observaciones en el borrador del contrato.
El 17 de abril de 2007 se firmó el contrato en la Notaría Tercera entre la Emduq Kang In Soo, representante de EB. Él asistió con la traductora Cha Mi Lee Lee.
Además, está impreso el costo de USD 0,25 que cuesta el servicio de transporte que moviliza a 250 000 usuarios cada día. Pero el sistema de pago de boletos no es único en las paradas.
La semana pasada, este Diario realizó un recorrido por todas las paradas. Allí, Andrea Martínez, estudiante universitaria, contó que en la Mariana de Jesús, a las 17:30, le entregaron una ficha y no el boleto que le dieron en la mañana de ese mismo día.
Otro ejemplo: el mismo martes, en la parada de la av. Colón, de un momento a otro, se cambiaron las fichas por boletos. El recaudador no quiso identificarse y tampoco explicó la razón del cambio. María Cajas, discretamente, se guardó el boleto. “El trato y el servicio del Trole son malos. Viajamos como papas”, reclamó a la recaudadora.
En el Trolebús debería funcionar un sistema de recaudación con tarjetas y tokens o fichas. En 2007, en la Notaría Tercera se firmó un contrato de concesión entre -en ese entonces- la Empresa de Desarrollo Urbano (Emduq, ahora en liquidación) y la Compañía coreana EB.
El propósito era implantar un “Sistema de Recaudación y Ayuda a la operación en el Corredor Central Trolebús”, como consta en la tercera hoja del contrato. Así se resolvió iniciar con el moderno sistema de recaudación.
La undécima cláusula del mismo contrato, sobre las obligaciones relacionadas con los medios de pago, determinó dos formas dentro del plan: la Tarjeta Inteligente Sin Contacto (TISC) y el token (ficha plástica).
Antes de la implementación del nuevo sistema, el Trolebús dejaba de percibir anualmente USD 1 485 000 de los 16,5 millones que ingresaban al año.
La tarjeta tenía el fin de permitir el ingreso de los usuarios a las paradas luego de la lectura en la máquina. La obligación de la empresa coreana EB era comercializar las tarjetas inteligentes y entregar 60 000 tokens.
Según un cuestionario que este Diario envió con base en el contrato -vía correo electrónico- a Irma Ardila, funcionaria de EB, eso sí se cumplió. Asimismo, EB detalló que se han distribuido en el sistema150 000 tarjetas. De estas, 70 000 fueron entregadas como promoción sin cancelar USD 1,50 que es una garantía y que paga el usuario.
Manuel Jerez, empleado privado, fue uno de los usuarios que adquirió una tarjeta, hace ocho meses. Pero en noviembre pasado dejó de usarla. “Con los cortes de energía la tarjeta no funcionaba. Tenía que cancelar el costo del pasaje. Reclamé pero nadie me atendió y ya no la uso”.
Dos años y ocho meses después de firmado el contrato para mejorar el sistema de recaudación no hay una evaluación real de cómo funcionan las tarjetas. Tampoco respuestas al no uso de los tokens en las paradas.
Fuad Tutillo, gerente del Trole, explicó que el proceso de recaudación está concesionado y responsabilizó del funcionamiento a EB. “Somos fiscalizadores del contrato. El abastecimiento de las tarjetas y los tokens, el control y el procesamiento son responsabilidad de la empresa EB”.
Según el funcionario, la fiscalización que realiza el Trole al sistema se cumple todos los días; desde que se firmó el contrato.
Según el cuadro de recaudación entregado por EB, en este año el ingreso por boletos se incrementó. Así, en junio se recaudó USD 1 381 222. De esta cifra, USD 14 274 fueron por la venta de boletos. Sin embargo, ya en noviembre, el escenario de ingresos es distinto. Según EB, se recaudó USD 1 274 372. El rubro por el uso de boletos registrado por EB fue de USD 566 712 y el registro de pagos con tarjetas y tokens fue de USD 707 659.
Tutillo insistió que a pesar de que son necesarias algunas mejoras, la empresa EB sí cobra la comisión de 9,15% de la recaudación (USD 116 605) como establece el contrato y agregó desconocer el uso de los tokens.
Al respecto de este material de pago, EB respondió: “tuvimos una pérdida masiva no imputable y actualmente se está investigando el referido hecho”.
La funcionaria de EB no consideró que sea un fracaso el sistema de recaudación y dijo que es una herramienta de apoyo y administración. Aclaró que existen determinadas complicaciones que se deben superar y mejorar. “Pero es importante tener claro que donde están los problemas no es en el sistema, es en la coordinación que se debe manejar entre Trole y EB”.
EB agregó que con la actual Alcaldía trabajan en mejorar ese aspecto. Empero, el concejal Patricio Ubidia, presidente de la Comisión de Movilidad y parte del Directorio del Trole, adelantó su preocupación por el mal manejo de la recaudación.
Según su evaluación, las fallas del sistema y algunas otras causas administrativas generaron un déficit de USD 3 millones en el Trolebús. Eso ya se conoció en el Directorio hace dos semanas.
Según el cronograma anunciado por Ubidia, en estos días, la Comisión de Movilidad empezará a revisar el sistema de cobro y anunció una auditoría a la parte administrativa. “Se tendrá que revisar las gerencias. A lo mejor se necesitan cambios”, dijo.