Un grupo de personas participa en el centro de Buenos Aires en la marcha convocada por los sindicatos argentinos. Foto: EFE
Las centrales sindicales argentinas clamaron ayer en una masiva movilización en Buenos Aires por los derechos de los trabajadores y contra la subida de los precios y los despidos de los últimos meses. También reclamaron la aprobación definitiva de una ley para frenarlos.
“Esta es una convocatoria histórica, que han hecho cinco centrales en las que está dividido el movimiento obrero”, expresó el secretario general de la CGT-Azopardo, Hugo Moyano, en el discurso central de la protesta, realizado en el centro de Buenos Aires y al que asistieron miles de personas, lo que generó problemas en el tráfico de la ciudad.
El dirigente aseguró que “no puede ser” que apenas asumió el actual gobierno de Mauricio Macri, el pasado diciembre, se desataran impuestos y retenciones a sectores que “a lo mejor debieron ser necesarios o no”.
La movilización estuvo convocada por las tres secciones en las que está dividida la peronista Confederación General de los Trabajadores (CGT), que en los últimos años ha tenido disidencias entre sus líderes por su posición sobre el kirchnerismo y que planean reunificarse el próximo agosto. De la misma manera, convocaron las dos vertientes de la Central de los Trabajadores de la Argentina (CTA), también dividida por su afinidad con los anteriores Gobiernos.
Impulso a proyecto de ley
La preocupación por la situación laboral en Argentina se debe a los 120 000 despidos -según cálculos de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa- ocurridos en los últimos meses, tanto en sectores público y privado, y la disconformidad respecto de los impuestos que gravan los salarios.
Sin embargo, el Ejecutivo asegura que no se registra una situación de despidos masivos, sino que la tasa de empleo se mantiene estable y sin creación de nuevos puestos de trabajo desde hace cinco años.
Además, prevé un proceso de creación de empleo para el segundo semestre de este año.
Es así que en la protesta tuvo especial protagonismo el proyecto de ley aprobado el pasado miércoles por el Senado, e impulsado por la oposición, para frenar los despidos durante seis meses y con el que el Gobierno no está de acuerdo.
Macri señaló el jueves que esa iniciativa es una “política equivocada” que “destruye el trabajo” y “perjudica a los argentinos”, aunque no detalló si vetará la ley en el caso de que el proyecto sea aprobado también por los diputados.
No obstante, recordó que hace 13 años, durante la Presidencia de Eduardo Duhalde (2002-2003), cuando el país trataba de salir de la grave crisis económica, política y social desencadenada en el 2001 y soportaba tasas de más del 20% de paro, se sancionó una ley con las mismas características y “no funcionó”.
De aprobarse la ley antidespidos por seis meses, Macri podrá usar el derecho a veto, una decisión con alto costo político en un contexto de ajuste económico. El Gobierno admitió que en los primeros tres meses del año despidió a casi 11 000 empleados. Cámaras industriales admitieron que miles de puestos de trabajo están en riesgo, por el alza de costos y la caída de consumo, cuyo impulso había sido uno de los ejes del régimen anterior.
Argentina
El Congreso debatirá un proyecto de ley para frenar los despidos en el sector público