Los manifestantes permanecieron poco tiempo en la plaza San Francisco durante las marchas del 1 de mayo. Foto:.Juan Esteban Morillo / para EL COMERCIO.
La marcha de las organizaciones sociales y las sindicales agrupadas en el Frente Unitario de Trabajadores (FUT) se extendió por cerca de 16 cuadras. Salió desde el Seguro Social alrededor de las 08:00 y tres horas después, los marchantes seguían llegando hasta la plaza de San Francisco, lugar de concentración.
La movilización se desarrolló de manera pacífica. Las consignas en contra del Régimen acompañaron todo su recorrido, que se vio interrumpido por unos minutos a la altura de la calle Santa Prisca, cuando la Policía quiso desviar la marcha por la calle Cuenca. Sin embargo, los dirigentes no cedieron y esta continuó por la calle Guayaquil.
Ya en San Francisco, los trabajadores se reunieron alrededor de una pequeña tarima, desde la cual los dirigentes dieron sus discursos en medio de gritos que repetían una y otra vez “huelga nacional, huelga nacional”.
Mesías Tatamuez, el presidente de la Confederación Ecuatoriana de Organizaciones Clasistas Unitaria de Trabajadores (Cedocut), dijo que hasta fin de mayo está previsto que se organice una convención nacional de los sindicatos agrupados en el FUT para analizar las futuras acciones.
Estas serían un paro o huelga nacional que, según Nelson Erazo, del Frente Popular, es un imperativo de analizar como una acción que haga que el Gobierno reconozca las “verdaderas aspiraciones” del movimiento sindical. Y es un pedido de las bases, señala Patricio Pillajo, de la Federación de Trabajadores Libres de Pichincha (Fetralpi).
Desde el movimiento indígena, en cambio, se prepara la Cumbre Agraria, Indígena, Campesina y Popular.
Jorge Herrera, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), dijo que aparte de la política laboral, les preocupan temas como la actual escasez de gas frente a la iniciativa gubernamental de usar cocinas de inducción.
Durante la jornada del Día del Trabajo, también se desarrolló el cambio en la dirigencia del FUT. Édgar Sarango dejó su cargo como presidente para pasarlo a manos de Pablo Serrano, actual presidente de la Confederación Ecuatoriana de Organizaciones Sindicales Libres (Ceosl).
Serrano dijo que asume ese puesto con la promesa de que las manifestaciones continuarán hasta que haya una respuesta de parte del Gobierno a sus peticiones.