Gonzalo Ruiz Álvarez
Especial para EL COMERCIO
De éxito fue el festival que se celebró en la plaza de toros Quito en el quinto festejo de abono en el que se cortaron siete orejas. Una tarde en que la fortuna sonrió con la apertura de la puerta grande a Joselito Adame y a Martín Campuzano, y en la que se recetaron cinco soberbias estocadas.
Con tres cuartos de entrada en tarde soleada se lidiaron reses de Vistahermosa (antes Carlos Manuel Cobo), Triana, Huagrahuasi y Mirafuente, de excelente juego y nobleza superior. El sexto, al que se le pidió el indulto, fue premiado con la vuelta al ruedo.
El rejoneador Álvaro Montes, de Jaén, abrió plaza. Lucía un traje goyesco y fue muy aplaudido por el público en distintos pasajes, especialmente en suertes lucidas y alardes de buena monta al son de los compases de una jota aragonesa, ante una res de Mirafuente que colaboró. Dejó el rejoneador tres rejones de castigo, banderillas al cuarteo y al violín, y terminó con cuatro cortas y rejonazo hondo. Saludos.
Suave y sin fuerza fue el segundo, del hierro de Triana, que correspondió a Julián López, El Juli, de Madrid. Buen saludo a la verónica y un lucido quite por chicuelinas. Patatas cubrió con espectacularidad el segundo tercio. Con la muleta la noble y humillada embestida de la res permitió a El Juli una entonada faena con una serie de derechazos y tres de naturales en terrenos de cercanías que culminó con ayudados por alto y una magnífica estocada. Una oreja y vuelta entre ovaciones.
Sebastián Castella, de Beziers, Francia, vestido de calle, toreó con suavidad y belleza por verónicas y media de remate al tercero de la tarde, un buen novillo de Triana. Cubrieron con oficio Manolo Marín y Paco Muñoz el segundo tercio y Curro Molina corrió a una mano al toro de tercio a tercio. Con la muleta, el francés instrumentó una faena derechista de temple y torería con el novillo en los medios. Las tandas eran rematadas con pases de pecho y forzados, y salpicadas con algún muletazo circular. Tras dos naturales de aguante Castella fue volteado aparatosamente y cerró faena con nuevos derechazos y molinetes de adorno. Dándole los adentros al novillo deja gran estocada y recibe una oreja.
El cuarto novillo de Huagrahuasi embistió humillando y fue apto para el lucimiento. Buena la lidia de El Bille y torero segundo tercio a cargo de Gabriel Caza y
Carlos López. Diego Rivas, de Latacunga, logró cortarle una oreja tras un trasteo por ambos pitones con series de en redondos y naturales muy suaves, aprovechando la noble condición del pupilo de Huagrahuasi que repetía con el morro por el suelo. Mató de estocada honda y cortó una oreja.
Joselito Adame, de Aguascalientes, México, vestido de charro, cumplió una buena actuación. Un buen novillo de Mirafuente facilitó la labor iniciada con verónicas en las que ya la res apretaba por el lado izquierdo. Después del quite por chicuelinas el diestro cumplió un tercio vistoso con las banderillas. Tras los doblones iniciales con el trapo rojo el torero azteca construyó un trasteo con buenas series de derechazos de temple y transmisión.
Remiso a embestir por el lado izquierdo como avisó de salida el novillo, su embestida continuó con buen son por el pitón derecho hasta que, tras molinetes de adorno y un abaniqueo, recetó Adame una excelente estocada que tiró a la res patas arriba. Dos orejas.
El sexto, un jabonero, casi albahío de pelaje, de Vistahermosa, Sopladito de nombre y con 377 kilos. Martín Campuzano, de Quito, lo recibió con dos aplaudidas largas cambiadas y una buena serie de lances a la verónica y un buen quite por chicuelinas rematado con una media verónica. El subalterno Paco Muñoz dejó un buen par. Brindis a Faustino Barragán, el Gitano Rubio, conocido hombre de plata español que le ha ayudado en su preparación.
De rodillas se fue el quiteño con la muleta a los medios para instrumentar derechazos. Una vez de pie y después de dos nuevas series fue volteado aparatosamente. El nacional no se amilanó y consiguió una faena de gran transmisión, que entusiasmó al público, al punto que se pidió con fuerza el indulto del novillo. Gran estocada, dos orejas y puerta grande.