En redes sociales circula un video en el que aparece Junior R., recientemente liberado. En las imágenes se lo ve que festeja con licor y música en vivo su prelibertad.
El cabecilla salió la noche del 14 de febrero de la Penitenciaría del Litoral, donde estuvo detenido por delitos que van desde el asesinato hasta la organización ilícita.
El sentenciado logró este beneficio tras una batalla legal de su defensa, que utilizó un informe del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad, Snai.
En las 300 hojas del documento se lo describe como una persona de mínima peligrosidad para delinquir.
Proceso de prelibertad
Además del informe del Snai, la defensa de Junior R, presentó certificados médicos, en los que, entre otras dolencias, se señaló que sufría de cirrosis crónica.
El Snai señaló que quien debe determinar las condiciones de prelibertad es el juez de garantías penales que resolvió otorgar este beneficio.
Cita el artículo 13 del Reglamento del Sistema Nacional de Rehabilitación Social.
Obligación del SNAI
El mismo reglamento establece, en el artículo 24 ciertos temas referentes al comportamiento de los sentenciados.
En este numeral se señala lo que pasaría si se comprueba que el beneficiario observa mala conducta durante la libertad controlada.
En este caso, “el personal técnico encargado del seguimiento de reinserción, solicitará al juez de garantías penitenciarias la revocatoria de la libertad controlada”.