Entrevista a Carolina Villadiego/ Investigadora del Centro de Estudios de Justicia de las Américas (CEJA).
Los juicios de paternidad y de alimentos son procesos que saturan el sistema judicial de los países latinoamericanos. Eso se dijo en un seminario sobre derechos civiles desarrollado en Quito. Según la Judicatura, los juicios de niñez son el 60% de los casos que ingresan en el sistema judicial del Ecuador.
En otros países de la región ¿es similar ese volumen?
El Ecuador tiene una tasa alta en litigación por tema de niñez. No sé el dato exacto. En otros países varía dependiendo de cómo está estructurado el sistema judicial. En general, en toda Latinoamérica los temas de niñez tienen gran demanda. Hay países en que esos casos son tramitados por jueces civiles o multicompetentes.
¿Por ejemplo?
Perú ha mostrado un gran avance en la resolución de estos procesos. De todos los juicios de niñez y familia que ingresan al sistema se soluciona un 40 ó 50%. Sé que en Chile llega al 45%. En todos nuestros países, esta es una de las materias de mayor demanda.
¿Qué tipo de acciones legales es más frecuente cuando se habla de niñez?
Entre el 70 y el 80% son por alimentos de madres y padres. El segundo servicio de justicia que se solicita se relaciona a temas de custodia y algo menor a juicios para la protección integral de menores cuando están en situaciones de vulnerabilidad. Este último varía mucho dependiendo de la geografía. Hay países más vulnerables a la explotación sexual o laboral infantil. Todo depende de las circunstancias.
¿Cómo está la atención hacia los menores en Latinoamérica y el Caribe?
En casi todos los países se han promulgados leyes de infancia y adolescencia en los últimos 10 a 15 años. Con estas se ha tratado de dar un tratamiento integral, crear jueces especializados. Esa es la tendencia. También en algunos países se han penalizado conductas contra los menores como la explotación comercial o la violencia intrafamiliar. Y otros han incluido los mecanismos alternativos de solución de conflictos, de mediación y conciliación.
¿Cuánto tiempo en promedio se tramita una causa de ese tipo en esos países?
En un litigio por pensión de alimentos, que es lo más común, la media en América Latina está en un año. Hay países con mejores resultados como Chile, Uruguay, Perú, pero algunos llegan hasta los dos años cuando hay que comprobar la paternidad con exámenes especiales. En Ecuador sé que demora cerca de un año.
¿Un año, en el mejor de los casos, para que un niño tenga un apellido o reciba dinero para su manutención, no es mucho tiempo?
Todos los Estados determinan, en su Constitución que la atención de la infancia es prioritario. Son grupos vulnerables y el país garantiza el desarrollo integral de los menores. Pero en la práctica un proceso civil es engorroso. Los usuarios de la justicia deben pasar mucho tiempo en los juzgados, deben contar con abogados porque el sistema está lleno de términos jurídicos y en los países donde no se aplica el juicio oral, como en el Ecuador, las causas se dilatan por todos estos hechos.
¿Por qué no se fortalecen las fórmulas de mediación?
Esa es la vía más rápida y que da mayor satisfacción. Pero algunos países no la incluyen como parte del servicio de justicia, sino como un paso más. Por ejemplo, un juez pregunta a los demandantes si quieren llegar a un acuerdo. Eso queda a discreción de las partes. El modelo chileno obliga a ingresar a una fase de mediación en la primera etapa del proceso.
¿Qué países han avanzado más para mejorar la calidad de justicia para niños, adolescentes y mujeres?
Se podría analizar el número de jueces especializados. Con eso determinamos la cantidad de profesionales que se han dedicado a trabajar con causas exclusivas de niños y niñas y veríamos el compromiso del Estado. El problema es que ese dato depende de los sistemas de cada país y de forma general no se han logrado avanzar en consolidar estadísticas de materia civil. Perú y Panamá ha mejorado la atención judicial en estas causas.
¿Cómo lo lograron?
Han implementado juzgados multicompetentes y sobre todo han incluido la mediación para acelerar los procesos y evitar llegar hasta la sentencia, lo que ocurre después de varios meses.
¿Hay otras medidas?
Algunas legislaciones se han enfocado a erradicar la violencia hacia los niños y han avanzado. Otros, en cambio, tienen mayores herramientas jurídicas que están enfocadas hacia la protección familiar o educación de los menores de edad.
Su experiencia. Como abogada colombiana ha trabajado en procesos de reforma de la Justicia Civil y Penal y en derechos de niños y adolescentes.