Jeaneth Cañizares guarda las fotos de Gaby Díaz en su casa de Riobamba (Chimborazo). Foto: Cristina Márquez/ EL COMERCIO
El rostro de Jeaneth Cañizares, madre la joven riobambeña Gabriela Díaz, luce diferente. Hasta la semana pasada la preocupación y la angustia eran evidentes en su mirada, pero hoy se siente tranquila y dice que “al fin actuó la justicia”.
Fausto S. e Iván R. fueron declarados culpables por la agresión sexual a la chica que estudiaba enfermería en Riobamba. El Tribunal Penal de Chimborazo resolvió el caso, tras una audiencia que duró cinco días. La sentencia condenatoria se notificará al abogado defensor en tres días hábiles, es decir hasta este miércoles (21 de enero de 2015).
Pero Gabriela no sería la única víctima de ambos hombres. En el juicio, Evelyn S. relató cómo ellos “seducían a las chicas” con engaños. Dijo que les daban bebidas alcohólicas aparentemente mezcladas con sustancias psicotrópicas.
Según ese testimonio, luego venía la agresión sexual. Presuntamente tres mujeres fueron violentadas por los procesados cuando las adormecían.
Gabriela tenía 19 años cuando una tarde de abril se quitó la vida. ¿Qué sucedió? El estrés postraumático y la depresión que había desarrollado tras ser agredida por las dos personas, a quienes consideraba sus mejores amigos, la obligaron a tomar esa decisión.
Ella dejó decenas de fotos y autorretratos en el teléfono, su computadora y en sus perfiles de redes sociales. Hoy, esas imágenes decoran cada espacio de la casa de su familia, pues sus dos hermanos y sus padres se empeñan en recordarla como ella era antes de ser agredida: alegre, divertida, sociable…
Jeaneth recuerda bien el día en el que empezó el tormento para toda su familia. En julio del 2013, Gaby le contó que había sido violada y que otras jóvenes estaban en peligro, fue por eso que decidió denunciar el delito. “Mi niña era amable, siempre se preocupaba por los demás. En cuanto supo que una amiga suya también estuvo cerca de ser violada, advirtió que ellos continuarían haciendo daño y eso la motivó a hablar”, recuerda su progenitora.
Ocho meses después de denunciar su caso en la Fiscalía sus agresores continuaban en libertad debido a las taras del sistema. “Siempre nos ponían un pretexto, nos decían que faltaban exámenes, que se encontraban en otras diligencias y el proceso era lento, no había celeridad. Mientras eso ocurría, Gaby seguía angustiada y decidió acabar ella misma con su sufrimiento”, dice Jeaneth.
En una carta, la joven ofrece disculpas a su familia y amigos por la decisión que tomó. En el texto relata cómo le afectó el que sus amigos traicionaran su confianza y le hicieran daño, también expresa su última voluntad: que se haga justicia para que sus agresores paguen por el delito y que ni una mujer más pase por su sufrimiento.
Así nació una campaña en las redes sociales denominada #NiUnaMujerMás #JusticiaParaGabby, que emprendieron sus familiares y sus compañeros de la Escuela de Enfermería de la Universidad l de Chimborazo, donde ella estudiaba.
María Gracia, una de las promotoras de la campaña, decidió trasladar la lucha por la justicia a Facebook y Twitter, para visibilizar así el caso de su mejor amiga y llamar la atención de los cibernautas del mundo. “Queríamos que otras jóvenes que fueron violentadas conozcan la historia de Gaby, que le pierdan el miedo al silencio. Pero no nos imaginamos que la campaña alcanzaría esa gran magnitud”, manifiesta.
De hecho, a través de este medio, la historia de la joven se conoció en el país, por lo que personalidades famosas como Johnny Galarza, el ‘Rudy la Scala ecuatoriano’, también José Serrano, ministro del Interior, el fiscal general Galo Chiriboga, incluso lo hizo el presidente de la República, Rafael Correa, se pronunciaron al respecto.
En las investigaciones, la Fiscalía determinó que las fotos que supuestamente estaban en poder de los sospechosos fueron claves para resolver el caso. “A la víctima se alcanza a ver en estado inconsciente. Así es como aparece encontradas en un flash memory que se incautó en la vivienda de uno de los implicados en Quito”.
Cañizares también recuerda la carta que su hija le escribió antes de quitarse la vida: “Mami te amo. Haz que paguen lo que me hicieron. Que Dios me perdone por hacer esto ya no aguanto más…, ya no tengo fuerzas… Por lo que me hicieron nunca podré vivir en paz”.
Para ella, estos han sido meses extenuantes en los que ha soportado insultos y acusaciones falsas. Le duele contar que su ritmo de vida y el de su familia ha cambiado. Lloró cuando se enteró que los supuestos amigos de Gaby fueron sentenciados; se cumplió la voluntad de su hija y ellos no saldrán libres. Ahora solo guarda las fotos de su hija en cada rincón de su casa para recodarla…
En contexto
Las pruebas de ADN, testimonios de 20 testigos y fotografías fueron las pruebas que utilizó la Fiscalía para investigar la violación a Gabriela Díaz. La joven de 19 años no soportó el trauma del ataque y se suicidó el 5 de abril del 2014. Dos hombres fueron sentenciados.
Cronología
22 de julio 2013
Gabriela Díaz, estudiante de enfermería, es víctima de violación en Riobamba (Chimborazo). La mujer tenía 19 años cuando se registró este suceso.
13 de agosto 2013
Se presenta la denuncia contra los acusados. Entre las pruebas se presentan fotografías de las heridas en la cara de la joven, así como rastros de ADN.
5 de abril 2014
Gabriela Díaz se quita la vida a causa de la depresión, angustia y ataques de estrés postraumático que sufría. En una carta pidió que se haga justicia.
30 de marzo 2014
En un operativo conjunto en Quito y Cuenca, la Policía y Fiscalía detienen a Fausto S. e Iván R. como presuntos responsables de la violación Gabriela Díaz.
25 de junio 2014
En Riobamba se emprende una campaña en redes sociales para pedir que el caso de la joven estudiante no sea olvidado por las autoridades.
16 de enero 2015
El Tribunal Penal de Chimborazo sentenció a Fausto S. e Iván R. por la violación. Los amigos de Gaby muestran carteles en los que piden que no haya impunidad.