El proyecto ya está en la Comisión de Derechos de Trabajadores de la Asamblea. Esa mesa legislativa analizará el paquete de reformas que propone el presidente Rafael Correa a la seguridad social de las Fuerzas Armadas y de la Policía.
En la exposición de motivos, el Primer Mandatario señala, por ejemplo, que, con base en “los estudios actuariales efectuados a los regímenes especiales de seguridad social de las FF.AA. y de la Policía, deben efectuarse urgentes modificaciones” a las legislaciones vigentes.
Pero, ¿cuáles son los cambios que contiene el proyecto de ley propuesto por el Presidente? Hay cuatro puntos clave. A continuación se los detallamos:
1) El cálculo de las pensiones militares y policiales
El sistema para calcular los montos de pensión que recibe un militar o un policía ya no será igual.
En el proyecto se señala que el cálculo se determinará tomando en cuenta el promedio de los 60 mejores sueldos militares y policiales registrados hasta la fecha de la baja del uniformado. Ese valor se multiplicará por el factor regulador establecido en el reglamento a la Ley.
Actualmente, el militar o el policía que pide la baja de la institución recibe de pensión un valor similar al último sueldo de su etapa como uniformado en servicio activo.
2) Los años de servicio
En la reforma se plantea que la baja voluntaria “únicamente” la podrán solicitar aquellos policías y militares que hayan acreditado más de 25 años de servicio activo.
Actualmente, un uniformado puede solicitar la salida de la Policía o de las FF.AA. tras cumplir, como mínimo, 20 años en la institución.
3) El aumento de las pensiones
El proyecto reformatorio propone que las pensiones militares y policiales se incrementen al inicio de cada año, “en la misma proporción” que fija la ley de seguridad social para los trabajadores en general.
Con la legislación actual, el aumento de las pensiones militares y policiales se da solo cuando el sueldo de los uniformados en servicio activo sube.
Por ejemplo, cuando hubo la homologación de salarios, el sueldo de un general subió de USD 1 500 a USD 5 600. Ese mismo incremento recibieron, automáticamente, aquellos generales en servicio pasivo. Eso lo explicó en febrero pasado el exministro de Defensa, Fernando Cordero.
4) No todos recibirán un incremento anual en sus pensiones
En el texto reformatorio aparece el siguiente párrafo: “se exceptúan de dicho incremento aquellas pensiones que superen las máximas establecidas para los trabajadores del régimen general de seguridad social”.
En otras palabras, los altos oficiales en servicio pasivo no recibirán aumentos en sus pensiones.
Actualmente, la pensión máxima que recibe un civil está en USD 2 013.
El ministro de Defensa, Ricardo Patiño, explicó la semana pasada este cambio. “Entonces, si el tope máximo es USD 2 013, alguien que tiene una pensión de USD 3 000 no recibirá el aumento en su pensión, hasta que ese techo llegue precisamente a los USD 3 000 que gana”.