En el auditorio del Regimiento Quito 2 (RQ-2), en San Blas (centro de la capital), sus compañeros despidieron al policía Efrén Calderón, la noche de anteayer.
Él murió el jueves, durante las insubordinación policial en contra de la Ley de Servicio Público. “Efrén, levántate por Dios”, decía su madre, Lidia Landeta, mientras abrazaba el ataúd y lloraba.
Un grupo de 80 uniformados, quienes pertenecen al RQ-2, le rindieron honores cantando el himno de la Policía Nacional.
El cadáver fue trasladado ayer a Ibarra para ser sepultado.
En Loja, el cabo primero Froilán Jiménez, ex miembro del Grupo de Intervención y Rescate (GIR), es velado desde ayer en una capilla ardiente levantada en la Gobernación de esa provincia. Los familiares se reunieron ahí para presenciar el homenaje ofrecido por la Policía.
Asimismo, las autoridades locales llegaron para solidarizarse con la familia. Al menos 200 personas, entre ellos unos 50 policías, participaron en el acto que duró hasta las 12:00.
Juan Pablo Bolaños, de 24 años y estudiante de economía de la Universidad Central del Ecuador, fue enterrado ayer, a las 14:00, en el camposanto Monteolivo (norte de Quito).
A ese lugar concurrieron amigos y familiares, quienes le dieron el pésame a la madre del fallecido, Olga Bolaños. A las 13:30, el presidente Rafael Correa acudió al velorio, acompañado por su esposa, Anne Malherbe y otras autoridades.
Media hora después, Correa se trasladó al Hospital Militar. Allí, visitó a los uniformados heridos de gravedad durante las protestas del jueves: el soldado Darwin Panchi y el capitán Álex Guerra.
El Jefe de Estado se solidarizó con los familiares de los convalecientes y se comprometió en ayudarlos. Gabriel Díaz, tío de Panchi, quien recibió un tiro en la cabeza, dijo que su sobrino se encuentra en estado grave.
“Él vive porque está conectado con tubos”, se lamentó.