En un operativo, los agentes detuvieron a expendedores de drogas, quienes traficaban en viviendas, en el Puerto. Foto: EL COMERCIO
El consumo de drogas preocupa en Colombia y Ecuador. En ambos países se anunciaron medidas desde lo policial y legal. El presidente de Colombia, Iván Duque, autorizó el 23 de septiembre a la Policía a decomisar dosis mínimas de droga en espacios públicos, que en ese país no constituye delito.
En Ecuador, el jueves pasado, el Grupo Parlamentario para la Prevención y Tratamiento Integral del Fenómeno de la Droga anunció que propondrá la prohibición del consumo en los espacios públicos y “privados restringidos”, como hoteles, discotecas, centros comerciales, teatros, universidades, cafeterías y centros deportivos. Esto como parte de las reformas al art. 220 del COIP.
La idea del grupo es que si una persona es hallada consumiendo estupefacientes en estos espacios sea trasladada por la Policía hacia los Centros de Acogida Provisional, a cargo del Ministerio de Salud Pública o de los municipios.
Allí será sometida a una evaluación médica para determinar si es consumidora. Se analizará su índice de masa corporal, el nivel de toxicidad de la sustancia y los residuos químicos que se encuentren en la sangre. Además de la cantidad de sustancia en posesión.
La asambleísta María Mercedes Cuesta, quien coordina este grupo, explicó que en una encuesta realizada en Guayaquil, el 100% de los entrevistados pidió eliminar la tabla de drogas, que sanciona el narcotráfico según el tipo y la cantidad de droga.
“Sabemos perfectamente que derogar la tabla significa dejar al consumidor expuesto nuevamente, vulnerable a una cárcel, sin ningún tratamiento y sin posibilidad de recuperación; por tanto, la solución no es encarcelar a una persona”.
Las propuestas coinciden con el aumento del 11% de los cultivos de hoja de coca y del 19% de la producción de cocaína en Colombia, en el último año. De allí que Duque calificó de “desolador” el crecimiento del consumo entre jóvenes y niños desde los 9 años.
En Ecuador, la Dirección Antinarcóticos de la Policía también ha señalado que hay un incremento del narcotráfico, sobre todo del tráfico para consumo interno.
En el caso ecuatoriano, Carlos Alulema, jefe nacional de Antinarcóticos, ha señalado que la droga que más se consume en el país es la marihuana.
Una muestra de ello es en el presente año, la entidad ha decomisado en Guayaquil 3,4 toneladas de droga destinada para microtráfico. De estas, 2 toneladas corresponden a marihuana. En el 2017 se halló 1 tonelada de marihuana para el consumo local.
Según reportes policiales, dos barrios de Guayaquil presentan altos índices de microtráfico. Los moradores dicen que todos los días miran cómo jóvenes prenden cigarrillos en los parques y plazas. Uno de sus habitantes se identifica como Mariano. Cuenta que el humo penetrante a hierba quemada se filtra por las ventanas de su casa, ubicada en el sureste de Guayaquil.
En los rincones más empobrecidos de ese sector, como quebradas o calles polvorientas, se observa a jóvenes que prácticamente viven en la calle. Todos lucen desnutridos.
Sus uñas son largas y amarillas. Sus encías enrojecidas muestran señales de inflamación y la ausencia de algunos dientes revela la fuerte dependencia a sustancias como la H o base de coca, aunque también consumen marihuana.
Los agentes explican que si bien el consumo de drogas es más evidente en ese contexto social, hay también un alto nivel de consumo entre estudiantes adolescentes, jóvenes con mayor poder adquisitivo y profesionales.
Alulema detalla que actualmente en el país se consumen 60 toneladas de drogas al año. Los agentes solo decomisan un promedio anual de 15 toneladas. Para la Policía, toda persona que posea estas sustancias puede ser detenida, pero el Código Penal evita la criminalización de los consumidores.
Pese a esto, la mayoría de los presos en el país es por tráfico de drogas. Actualmente hay 10 886 personas privadas de la libertad por este delito. De estas, el 35,4% corresponde al tráfico de alta escala.