El 13 de septiembre, la Policía halló el cuerpo de un hombre con 12 disparos,abandonado en la Coop. Primero de Mayo. Foto: Cortesía Policía
Los policías investigan el crimen. Quieren saber quiénes asesinaron a un hombre y lo lanzaron a la calle desde un carro.
Ocurrió el13 de septiembre, en la Cooperativa Primero de Mayo, en el Guasmo Sur.
Ese día, los agentes de la Policía encontraron a la víctima con 12 disparos y presentaba quemaduras en sus pies. Los sospechosos huyeron.
Las primeras investigaciones de la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida y Muertes Violentas (Dinased) arrojan resultados: el crimen se perpetró por una disputa para dominar territorio y vender droga en Guayaquil. En 11 meses de este año se han detectado 14 crímenes similares.
César Peña Morán, fiscal de Garantías Penales, sabe que en el sur de la ciudad operan las bandas de El Gorras y Krusty. Ambas organizaciones tienen jóvenes que están distribuidos en el Guasmo, en el sector de 7 Lagos, en la Isla Trinitaria, en Los Esteros y en el Suburbio.
Los investigadores han detectado 27 sectores de la urbe porteña que están afectados por el consumo de drogas.
Las organizaciones delictivas operan con personal que custodia los callejones y las esquinas de los barrios. Ellos se encargan de verificar que no haya extraños que se acerquen a ofertar las dosis de droga.
La Policía ha intensificado los operativos. Pero este lunes, dos personas más fueron asesinadas en el sur de Guayaquil.
El primer ataque violento se registró en los exteriores de un centro comercial.
Julio Navarro, jefe zonal de la Dinased, dijo que una persona se bajó de un vehículo sin placas, interceptó al ahora fallecido y le disparó cinco veces.
El segundo caso del lunes se reportó en la ciudadela Guangala, también en el sur. Un hombre jugaba cartas en la esquina de su casa cuando fue asesinado por dos armados. La víctima fue llevada hasta una casa asistencial donde solamente se comprobó su deceso.
Navarro contó que el fallecido tenía en el bolsillo del pantalón sobres con dosis de droga. La Disaned investiga.
Igual ocurre con un crimen perpetrado en agosto. Un agente policial en servicio activo falleció al recibir dos impactos de bala en el tórax.
El crimen ocurrió en el Guasmo Central, cuando el uniformado llegaba a su casa. 45 días antes, su hermano también fue acribillado a pocas cuadras del sitio. Un agente encubierto detalló que ambos hechos fueron perpetrados supuestamente por la banda de El Gorras.
El fiscal Peña advierte que esta organización es la más grande que opera en Guayaquil. Según él, los microtraficantes de ese grupo delictivo expenden en casas, en negocios pequeños, en las esquinas y en callejones.
El funcionario advierte que los asesinatos no solo son por expansión. También ocurren por peleas internas, “cuando entre ellos se roban la droga o les deben dinero”.
Por eso, los agentes saben que cuando se reporta una cadena de asesinatos en el sur de la ciudad, la Policía interviene, pero las muertes se desplazan al norte y viceversa.
En el norte de Guayaquil también se evidenciaron asesinatos por microtráfico.
El pasado 22 de marzo se registró el primer caso de sicariato en el sector de Sauces 4. Ocurrió al pie de un parqueadero. La víctima, de 22 años, fue perseguida por dos personas a bordo de una motocicleta. Aquella noche, los agentes de la Dinased encontraron una funda con marihuana en el inmueble del fallecido.
De lo que se conoce hasta ahora, en Sauces 4 opera una sola organización dedicada al microtráfico. A esta se la conoce como Los hijos de los Marinos. Según las investigaciones, ellos se mueven entre los bloques habitacionales del sector e incluso abarcan las zonas de Sauces 1 y Sauces 7.
En abril, dos ciudadanos colombianos fueron también baleados en ese sector. Un mes después, un joven de 18 años fue asesinado al pie de una cancha deportiva en Sauces 4.
El entonces jefe zonal de la Dinased, Henry Herrera, señaló que de acuerdo con las versiones, la víctima presuntamente debía dinero a los expendedores.
Pero los agentes también han detectado que tras los operativos para decomisar droga aparecen personas muertas.
Esto ocurre porque las bandas señalan a quienes supuestamente informaron a los policías de las actividades que realizan y del lugar en donde se encuentran las personas encargadas de la venta.