La Policía está en la mira por la muerte de Carlos Salamea Chaca quien falleció el sábado durante una balacera entre agentes y sospechosos. Su vehículo recibió más de una veintena de impactos de bala.
Ahí se movilizaban cinco sospechosos del asalto a una sucursal del Banco del Austro, quienes al parecer subieron a bordo con amenazas, y lo tomaron como rehén para intentar escapar. Sara Barriga lloraba ayer por su esposo y no podía hablar en el auditorio de la Editorial Don Bosco, en el velatorio.
Barriga y Salamea trabajaban en esa empresa de impresión, en el sector María Auxiliadora. “Murió de cuatro tiros, como un criminal”, decía Marco Salamea, hijo de la pareja, quien lloraba, también frente al féretro, en el tercer piso de Don Bosco. “Lo asesinaron de forma injusta”.
El joven recibió la llamada del gobernador del Azuay, Leonardo Berrezueta, quien le dio el pésame a nombre del ministro de Gobierno, Gustavo Jalkh, y ofreció investigar lo ocurrido.
Manuel Jesús Ludisaca Zambrano y Jorge Eduardo Peralta Quiroz (taxista) también sufrieron heridas en el tiroteo.
Fueron alcanzados por balas, cuando transitaban por el sector 9 de Octubre. Lo mismo ocurrió con dos peatones que no fueron identificados, quienes circulaban por la calles Pío Bravo y Huayna Cápac, donde ocurrió la balacera.
El hecho dejó otros dos fallecidos. En el Hospital Vicente Corral Moscoso se confirmaron las muertes de Eddy Javier S. M. y de Eduardo Javier C. C., sospechosos del asalto al banco. Otra persona que resultó herida se encuentra hospitalizada con custodia policial. Hay dos detenidos.
Hasta el cierre de esta edición, la Policía no hizo oficial ninguna información, aunque estaba prevista una conferencia de prensa en el Comando Provincial.
El vehículo de Salamea fue llevado ayer desde la Policía Judicial del Azuay hasta el Comando Provincial de Policía. En la investigación policial también es sometido a análisis un patrullero de la Policía, que también recibió dos decenas de impactos de bala.
Gustavo Morales contó que Carlos Salamea fue una persona honorable, amable y bondadosa; fue su compañero de trabajo durante 22 años. “Era bromista y se llevaba con todos los compañeros”. Igual comentó Luis Llivipuma, quien lo conoció hace dos años. “El viernes nos despedimos del trabajo con un fuerte abrazo”.
Marca Salamea Chaca invitó al Gobernador del Azuay para que acompañara a su familia en la misa de despedida de su padre, que se cumplía desde las 16:00 en la iglesia María Auxiliadora.
Luego el cortejo fúnebre debía llegar hasta el Cementerio General de Cuenca, para el sepelio.