No habían coincidido en otras consultas. Ese día, Maricela F. y Franklin I. irían juntos a la cita médica para ver la evolución de sus gemelos.
En la décima semana de embarazo la mujer de 33 años tuvo una complicación que logró superar con un estricto tratamiento. “Todo iba bien. Ya sabíamos que eran varoncitos. No habíamos pensado en nombres; les decíamos el bebé A y el B. Pero uno se llamaría Frank… siempre quise tener un varón”, cuenta Franklin.
Ahora solo guarda las ecografías de sus hijos como recuerdo. El día de la consulta, el 18 de julio, Maricela fue secuestrada cuando salía de dejar a su hijo de 4 años en una escuela en el norte de Guayaquil.
“Estaba hablando con ella cuando escuché un grito. La llamé pero no contestaba. Pensé que tuvo algún accidente… Cuando me llamó estaba desesperada, la habían metido en la cajuela”.
Por 15 horas estuvo secuestrada. Sus plagiadores, dos hombres y una mujer, le vendaron los ojos y ataron sus manos. Logró comunicarse por un celular que guardaba entre sus ropas. Soportó los golpes de sus plagiadores cuando descubrieron que tenía el teléfono, hasta perder a sus bebés.
Ahora, en su casa, tratan de no dejarla sola. “Apenas escucha un ruido se altera, grita. Necesitará un tratamiento sicológico para superar la pérdida de los bebés”.
El secuestro de Maricela se suma a las estadísticas. Según el Observatorio de Seguridad Ciudadana de Guayaquil, los secuestros exprés disminuyeron. Gabriela Santos, directora del organismo, dice que de 205 denuncias por este delito se pasó a 118, una reducción del 42,4%, según dijo, al comparar el segundo trimestre del 2011 con el del 2012.
Durante la última reunión del Consejo de Seguridad del Guayas, la gobernadora Viviana Bonilla ratificó esos resultados e indicó que todos los casos denunciados se investigan por igual, no solo los “casos publicitados”.
Para delinear un perfil del secuestro exprés en Guayaquil, el Observatorio fijó varios parámetros. El viernes es el día más común, con 17% de denuncias y hay dos horarios de mayor riesgo: de 18:01 a 21:00 (33,39%) y de 21:01 a 24:00 (38,08%).
Las zonas más sensibles a este delito son la ciudadela Kennedy y la 9 de Octubre, según un mapeo del Observatorio. También se han presentado casos en Urdesa y la Alborada, norte de la ciudad.
El caso de Maricela en parte sale de estos parámetros. Ocurrió un miércoles, a las 08:15. Su novio cree que aunque las denuncias han bajado, el grado de brutalidad de los delitos es lo que debería preocupar a las autoridades.
“Maricela dijo que estaba embarazada. Pero igual le pegaron, se le reían. Se decían entre ellos que por ella no habían ido… Todo esto se debe aclarar. Los gemelos eran el inicio de una nueva vida”, relata con tristeza Franklin.