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La pandemia no frena a los familiares que reclaman a sus desaparecidos en Ecuador: ‘No nos van a callar, hasta nuestra vida por encontrarlos’

Verdad y justicia. Ese es el clamor de las familias que continúan buscando a sus desaparecidos en Ecuador. El viernes 28 de agosto del 2020, se unieron en nuevo plantón a propósito del Día Internacional de las Víctimas de la Desaparición Forzada. Foto: Co

Verdad y justicia. Ese es el clamor de las familias que continúan buscando a sus desaparecidos en Ecuador. El viernes 28 de agosto del 2020, se unieron en nuevo plantón a propósito del Día Internacional de las Víctimas de la Desaparición Forzada. Foto: Co

Verdad y justicia. Ese es el clamor de las familias que continúan buscando a sus desaparecidos en Ecuador. El viernes 28 de agosto del 2020, se unieron en nuevo plantón a propósito del Día Internacional de las Víctimas de la Desaparición Forzada. Foto: Cortesía Colectivo Contrapique

Llegan a la Plaza Grande y, de a poco, van colgando una fotografía en su cuello: la acomodan, la limpian, la observan con añoranza. Sus rostros se suspenden durante unos pocos segundos mirándola; a veces los ojos se les llenan de lágrimas hasta que llega el momento de alzar su voz. Entonces, unidos, reclaman: “¡Nos falta Michelle!, ¡Nos falta David!, ¡Nos faltan Santiago y Andrés!, ¿Dónde está Giovanna?, ¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!”. El grito de los familiares que buscan a sus desaparecidos en Ecuador ha retumbado durante años en el país, aunque -dicen- sin respuestas y acciones por parte del Estado para encontrarlos.

El Ministerio de Gobierno documenta 1 392 casos de personas desaparecidas en el país que aún continúan en investigación, desde 1947 a junio de 2019. Pero la cifra ha sido cuestionada más de una vez por organizaciones que trabajan por la defensa de los derechos humanos.

Para Lidia Rueda -secretaria de la Asociación de Familiares y Amigos de Personas Desaparecidas (Asfadec)-, el número de desaparecidos es mayor. “Cada día desaparecen más personas y es un problema de visibilización. No se puede conocer un número real de casos porque nos han olvidado y porque no ha habido una verdadera capacitación de personal de los operadores de justicia. Para nosotros también es muy difícil, pues no contamos con los recursos para poder hacer un registro nacional”.

La lucha de Asfadec influyó en la tipificación de la desaparición involuntaria como nuevo delito que se incorporó por primera vez en el Código Integral Penal en diciembre de 2019. Sin embargo, Lidia dice que hace falta “una verdadera voluntad política de Gobierno. para encontrarlos. Y aquello no sucede, solo nosotros los estamos buscando”.

Hoy, Día Internacional de la Desaparición Forzada, madres, padres e hijos se fortalecen con los recuerdos de los suyos para continuar su búsqueda en medio de una pandemia global.


Alexandra, madre de David Romo: 'La pandemia solo ha sido una excusa para no hacer nada'

Alexandra Córdova busca a su hijo David Romo, desaparecido el 16 de mayo del 2013. Foto: Archivo/ EL COMERCIO

"Mi hijo David Romo, con grandes sueños, ingresó a la Facultad de Comunicación de la Universidad Central del Ecuador, en el año 2011. Su vida académica se desarrollaba entre exposiciones, trabajos, pruebas, foros, talleres, lecturas. Siempre fue un crítico de la desigualdad social del país.

El 16 de mayo del 2013, asistió a clases para rendir sus exámenes, pues cursaba el cuarto semestre de Comunicación. A las 21:00 salió de su universidad con dirección a nuestra casa, en el sector de la Mitad del Mundo.

A las 22:22 lo llamé por teléfono y hablé con él. Le pregunté por qué hablaba en voz baja. David me dijo que unas dos personas que parecen policías lo querían bajar del bus y que me llamaría para que salga a su encuentro. Sin embargo, lo llamé de nuevo después de 15 minutos y no volvió a responder.
Han pasado más de siete años desde que denuncié su desaparición y no tengo respuesta de su paradero. He sido engañada y tratada cruelmente por los empleados de Fiscalía durante este tiempo y me siguen tratando de la misma manera.

Mis derechos no son tutelados efectivamente por la Fiscalía, ya que su actuación es nula para encontrar a mi hijo.

Hoy, la Fiscalía me amenaza con procesarme penalmente si me quejo de su inactividad ante el pueblo ecuatoriano. No han hecho absolutamente nada desde hace más siete años atrás y, sin embargo, me quieren procesar por quejarme de su negligencia. Esto violenta mi legítimo derecho a la defensa que me garantiza la Constitución de defenderme de una amenaza ridícula e insensible.

Cuando David desapareció portaba un celular y he pedido a la Policía y Fiscalía que lo rastreen y hasta la fecha no lo han hecho. Me pregunto: ‘¿Por qué no lo quieren hacer? ¿Quiénes están detrás de la desaparición de mi hijo? El hecho de no hacerlo, que viene a ser el punto de inicio de la investigación, y la forma en cómo desvían la investigación a sabiendas de que la vida de mi hijo está en peligro desde el 16 de mayo, solo demuestra que detrás de esta desaparición forzada, hay gente del Gobierno.

La pandemia solo ha sido una excusa para no hacer nada”.


Lilia Acosta, madre de Joshua Salinas: 'Sueño a mi niño y me dice: “Mamá, ¿por qué no vienes a buscarme?"'

Lilia Acosta busca a su hijo Joshua Salinas, que desapareció junto a su padre Manuel el 14 de febrero del 2020, en Otavalo. Foto: Archivo/ EL COMERCIO

"Soy la madre de Joshua Salinas, tiene 8 años, y desapareció junto a su padre, Manuel Salinas, de 43 años.

Han pasado un año, seis meses, 16 días desde que ya no están y no hay un solo indicio de ellos. Con la llegada de la pandemia, el problema se agudizó más, porque las autoridades han paralizado la búsqueda. No sé si todavía cuento con una agente de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros (Dinased) en la investigación de caso de mi niño. No sé si lo suspendieron, pero tampoco me han dado respuesta. He buscado al fiscal para ver si ha solicitado ayuda internacional, aunque según él no ha habido respuesta. Como aún no abren las oficinas de Fiscalía no puedo acercarme a pedir información como siempre lo hacía.

Me alegra el rescate de la hermana de un futbolista ecuatoriano y vi cómo lo hicieron con rapidez, ¿por qué no actúan de la misma manera con nuestros desaparecidos? Es porque no somos famosos o no tenemos dinero. Pero nosotros también merecemos que nos ayuden, que los busquen con la misma agilidad.

El dolor no pasa. El dolor sigue como el primer día. Mis pensamientos me carcomen el alma. Son noches largas, solitarias. Sueño a mi niño y me dice: “Mamá, ¿por qué no vienes a buscarme?”. No puedo hacer nada. Mi último pensamiento es Joshua y, cuando despierto, lo único que le pido a Dios es que Manuel y mi hijo regresen”.

Yanera, madre de Giovanna Pérez: 'El Estado debe preocuparse por darnos nuestro derecho a la verdad y justicia'

Yanera Constante busca a su hija Giovanna, desaparecida el 4 de diciembre del 2020. Foto: Archivo/ EL COMERCIO

"Guardo el recuerdo de mi hija Giovanna Pérez Constante como la chica joven, alegre, intrépida, entusiasta que siempre fue. Llevo en mí sus ganas de vivir, de cumplir sus metas….

Desde que mi hija fue desaparecida el 4 de diciembre del 2010 en Ambato, no tengo ni un rastro suyo, no tengo respuestas y el Estado no ha respondido. Cuando la pandemia se inició en Ecuador también aumentaron las limitaciones de exigencia a los operadores de justicia, pues solo se atendían casos de violencia flagrantes mientras regía el semáforo rojo en la ciudad. Aunque cambiamos de color, las restricciones continuaron.

Los agentes no han avanzado en el caso de mi hija y tampoco he podido marchar o estar en nuestros plantones por la prohibición de las concentraciones masivas. Pero continuamos luchando en redes sociales.
Levanto mi voz para decirle al presidente Lenín Moreno que necesitamos empatía, que el Estado debe preocuparse por darnos nuestro derecho a la verdad y justicia, que entregue recursos para la capacitación de fiscales y agentes investigativos.

Sean diligentes, oportunos, ustedes cuentan con suficientes elementos que apuntan a Andrés F., el hombre que tuvo el último contacto con mi hija, el principal sospechoso de su desaparición. Él está registrado como desaparecido y necesito que lo pongan dentro de los más buscados para que responda por la ausencia de Giovanna.

Hoy, más que nunca, tengo su imagen y su recuerdo vivo, fresco en mi memoria y en mi corazón. La recuerdo con mucho amor y añoro con toda mi alma volver a abrazarla. Quiero decirle que la amo y que daría hasta mi vida por volverla a tener en mis brazos".

Elizabeth Rodríguez, madre de Juliana Campoverde: ‘Mientras no me entreguen a mi hija, nada de lo que hagan será suficiente’

Elizabeth Rodriguez madre de Juliana Campoverde, desaparecida en el 2012 por el pastor evangélico Jonathan C. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO.

El 13 de marzo, el Tribunal de la Corte Provincial de Pichincha ratificó la sentencia de 25 años contra el pastor evangélico Jonathan C. y dio paso a las medidas de reparación integral por las que hemos luchado. Pero no contento, interpuso el recurso de casación en la Corte Nacional de Justicia el 25 de junio para seguir revictimizándonos y dilatando el debido proceso, porque las pruebas existentes son técnicas y bien fundamentadas. Por eso, le pedimos al Tribunal que rechace la medida para que la sentencia sea ejecutoriada lo más pronto posible.

Para mí, como madre, es doloroso y me indigna porque no solo es tiempo perdido en la búsqueda de mi hija, sino que es cruel y desgarrador porque ninguna institución de Estado está haciéndolo. Es agotador no poder seguir exigiendo justicia, verdad y que me devuelvan a mi hija Juliana en medio de esta pandemia. Ya no puedo ir todos nos martes a la Plaza Grande, como solía hacerlo. Pero las redes sociales se han transformado en calles y plazas porque no he dejado de reclamar ni un solo día.

Es un dolor agudo porque después de ocho años y dos meses el Estado todavía nos debe a Juliana y, a pesar de saber que el criminal Jonathan C. tiene la verdad, no han sido capaces de obtenerla. Siempre lo he dicho: mientras no me entreguen a mi hija o todos sus restos, nada de lo que hagan será suficiente. Han sido negligentes e inoperantes y, por lo tanto, su obligación es responderme. 

Hoy, son 2 973 días qué no he podido abrazar a mi hija, tampoco he podido escuchar su voz. Hoy, solo tengo sus recuerdos y sus retratos qué me acompañan. No habrá nadie quien me detenga hasta tenerla entre mis brazos. Yo seguiré buscándola y exigiendo hasta que el Estado ecuatoriano y el pseudo pastor evangélico me la devuelvan”.

Jazmín, hermana de Michelle Montenegro: 'Los encargados de buscar a Michelle han utilizado el teletrabajo como excusa'

Jazmín es la hermana de Michelle Montenegro, una joven activista por los derechos humanos y docente, desaparecida desde el 5 de junio del 2018 en el valle de los Chillos. Foto: Archivo/ EL COMERCIO

"Michelle continúa desaparecida, el Estado no ha podido garantizar sus derechos fundamentales y tampoco ha podido asegurar el derecho a la verdad de nosotros, como familia. Desde su desaparición, el 5 de junio de 2018, sus padres y hermanos hemos tenido que vivir en carne propia el tortuoso camino de buscar a un familiar en Ecuador. Como lo hemos dicho desde antes de la pandemia, buscar a un ser querido significa un sin fin de trámites burocráticos e investigaciones lentas sin ningún resultado. Con la llegada de la pandemia, todo se agudizó. Los encargados de buscar a Michelle han utilizado el teletrabajo como excusa para seguir sin entregar una respuesta.

Exigimos al Estado realizar su trabajo, devolvernos a Michelle y hacer efectivo nuestro derecho a la verdad. Queremos devuelta a nuestra hermana con su sonrisa y su fuerza. Estás en cada puño y en cada grito, hasta encontrare lucharemos."

Telmo , padre de Telmo Orlando Pacheco: 'Necesitamos que los fiscales y agentes de la Dinased  se preparan para buscar a nuestros desaparecidos'

Telmo Pacheco sostiene el retrato de búsqueda de su hijo Telmo Orlando, desaparecido el 3 de noviembre del 2011. Foto: Archivo/ EL COMERCIO EL COMERCIO.

Si antes de la pandemia era difícil buscar a Telmo Orlando, ahora se tornó muy complicada con el confinamiento y más aún cuando el caso de mi hijo se investiga en Loja, pues allí desapareció el 3 de noviembre de 2011.

Para nosotros es una situación muy dura de afrontar. El no tener noticias de Orlando transformó nuestras vidas, vivimos con la incertidumbre de si está vivo o muerto o si de algún día volveremos a verlo.

Queremos pedirles a las autoridades ecuatorianas que se pongan en nuestro lugar, que sean más empáticos, que entiendan nuestro dolor. Necesitamos que los fiscales y agentes de la Dinased se preparen para la búsqueda de personas desaparecidas y que actúen inmediatamente en ello, porque las primeras horas son cruciales para encontrarlas.

Cada día qué pasa recordamos a Orlando con mucho cariño y nostalgia, su recuerdo, su música, su forma de ser están presentes en cada momento de nuestras vidas. Le diríamos que lo amamos, que queremos volver a abrazarlo, que su hijo es muy buen estudiante y que siempre pregunta siempre por su papá. ¿Qué le pasó? ¿Por qué no está aquí con nosotros?, nos dice.

Le diríamos  también que tenemos que recobrar estos nueve años perdidos y que tenemos que seguir luchando por las personas desaparecidas para que lo que nos pasó a nosotros no les pase a otras familias".


Mariela, hija de Holger e Isolina: 'Esta pandemia sin mis familiares es desoladora' 

Mariela Montenegro busca a sus padres Holger e Isolina, y a su hermano Holger Fernando, desaparecidos desde el 27 de junio del 2008. Foto: Cortesía

Mis padres Holger e Isolina, junto a mi hermano Holger Fernando, salieron de una merienda familiar el viernes 27 de junio de 2008 cerca de las 22:00. Desde aquel día no tengo noticias de ellos.

Han pasado 12 años y no tengo respuesta de las autoridades. El caso se encuentra en la Fiscalía Provincial de Azuay en etapa de investigación de la actuación administrativa y el expediente llegó a más de 10 fiscales. Pero, aún así, nadie ha hecho nada por encontrarlos. Siempre que voy a su despacho evaden su responsabilidad.

Mi dolor, como hija, sigue latente. Vivir estos años sin la presencia de mis padres y hermano no ha sido fácil. Esta pandemia sin ellos es desoladora. Me angustia porque no he podido ir a preguntar al nuevo fiscal y al agente sobre qué noticias hay sobre nuestro caso.

Yo jamás voy a descansar su búsqueda porque los llevo conmigo. Ellos están presentes en mi corazón y en cada instante de mi vida. Pero ¿Hasta cuándo? Yo le pregunto al Estado ecuatoriano ¿Hasta cuándo van a dar la atención que se merecen las personas desaparecidas? Hay mucho dolor, hay angustia, incertidumbre…¡Hasta cuándo!".