El ex asambleísta gobiernista Balerio Estacio no es el único dirigente que está siendo investigado por una presunta vinculación con tráfico de tierras. A él se suman su hermano Tony, Marcos Solís Briones y otras personas contra quienes la Fiscalía del Guayas inició una indagación previa por un delito de acción pública.
En una comunicación el fiscal de lo Penal, Pedro Ortega, solicitó al Servicio de Rentas Internas (SRI) la información respectiva sobre el pago de los impuestos a la Renta y Valor Agregado de estas personas. En la carta, fechada 30 de diciembre, requiere los datos desde el 2004 hasta el 2010.
Balerio Estacio fue detenido ese mismo día por una presunta vinculación con la venta de tierras que generó las invasiones en una zona norte de Guayaquil. El ministro de Justicia, José Serrano, hizo la denuncia según el parte de detención del dirigente.Estas medidas se dan una semana después de que el presidente Rafael Correa insistiera en que no iba a permitir más invasiones en la ciudad, cuando visitó tres sectores (Fortaleza, Tierra Prometida y Ciudad de Dios) ubicados hacia el interior del km 12 de la vía a Daule. El Gobierno establece una relación entre las invasiones y los índices de inseguridad en Guayaquil. Además, el Mandatario decretó como área reservada de seguridad al plan hidráulico del acueducto de Santa Elena, que pasa por ese sector. Además, estará bajo el control y vigilancia de las Fuerzas Armadas.
Dilia Saverio dijo que el jueves pasado ella escuchó en la Policía Judicial que se emitiría una orden de captura contra su esposo Marco Solís. Por eso su pareja está en la clandestinidad en caso de recibir una boleta, ya que considera que “no cuenta con las garantías necesarias” para defenderse.
También contó que Solís es líder comunitario de la cooperativa de vivienda Monte Sinaí, que comprende 30 hectáreas de las 388 que tiene este sector conocido con el mismo nombre. Y descartó que su conviviente estuviese involucrado con el tráfico de tierras en el norte de Guayaquil.
En este sector el Gobierno inició la construcción de una vía -de 16 kilómetros- que conecta diferentes zonas. Su ejecución generó una polémica con el Municipio de Guayaquil, ya que no la autoriza, y se paralizó la obra.
Según Saverio, con su esposo son propietarios legales de la mitad del lote #24 del sector Los Socales, otra zona identificada por el Gobierno como invadida. Aunque ella entregó a este Diario un certificado de catastro municipal a nombre de Chacón Meza Ángel Roberty y Saverio Burgos Dilia por 8 600 hectáreas en la parroquia Pascuales, en el norte.
En los registros del sitio web del SRI, Balerio Estacio declaró cero por Impuesto a la Renta (IR) desde el 2006 al 2008. Mientras que en el 2009 pagó USD 1 303,93 por concepto de retención del IR en relación de dependencia.
En el caso de Tony Estacio y Solís no constan en los formularios de personas naturales que han pagado del IR. Al respecto, Saverio dijo que su esposo no declara impuestos porque recibe un sueldo bajo en la cooperativa. Ella, en cambio solo tiene pagado por el 2008 USD 43,26 por IR.
Mientras Raúl Llerena (quien fue abogado de José Ignacio Chauvín, ex subsecretario de Coordinación Política de este Gobierno) fue contratado para defender a Balerio Estacio. Dijo que hoy informará los recursos que utilizará para desvirtuar las acusaciones contra el dirigente.
El jueves pasado se ordenaron tres meses de prisión contra Estacio para investigar su relación con la venta de tierras. Desde ese día, unas 40 versiones y denuncias se presentaron en la Unidad de Crimen organizado de la Fiscalía sobre el ex asambleísta.
Según el fiscal a cargo del caso, Julio Vacacela, durante la investigación personas estafadas denunciaron “amenazas, grupos armados, invasión de tierras, falsificación de documentos…”.
Vacacela señaló que Balerio Estacio en su declaración “me admitió que es dueño propietario de la cooperativa que lleva su nombre”. Pero una cooperativa -dijo- no es de una persona, sino que se entiende que es de varios socios con un fin común. No obstante, aseguró que aún no se ordena la captura de Solís ni de Tony Estacio porque no han sido relacionados con el delito. Pero dijo que si durante la indagación encuentra vinculación emitirá las boletas.
Quito
Maruja Mena
Víctima de la delincuencia
‘Me asaltaron tres personas’
Hace tres meses decidí sacar dinero de una cooperativa de ahorros para remodelar el baño de mi vivienda, en el sector de Solanda. Luego de retirar los USD 500 en una agencia ubicada cerca del Mercado Mayorista, en el sur, un automóvil gris me cerró el paso. Del auto se bajó una pareja de señoras, muy bien vestidas y me empujaron hasta colocarme junto a la puerta del automotor. También se bajó un hombre alto y muy fornido.
Me exigieron que les entregue todo el dinero y amenazaron con hacerme daño o llevarme en el carro. No tuve tiempo de reaccionar y menos de pedir ayuda. Les entregué todo el dinero por miedo a que me secuestren. El asalto fue en la mañana y se dio porque no tomé la precaución de ir acompañada para retirar el dinero.
Me quedé muy impresionada por el robo durante dos días. Solo al tercer día pude llorar y reaccionar sobre lo que me había sucedido. El dinero se puede recuperar, pero el temor a caminar sola por la calle o de ir a algún lugar es algo permanente. Por eso, desde esa ocasión siempre pido que alguien me acompañe para realizar algún trámite en la cooperativa o en los bancos. Ahora se debe caminar con mucho cuidado, los ladrones nos tienen cercados. No denuncié el robo por temor a represalias. No me gusta seguir juicios y trámites muy largos.
La propuesta
Irma Bautista
Coordinadora de las Mujeres Afro de Pichincha
‘La unión es la única opción’
Está demostrado que la única manera de combatir la delincuencia es la unión entre los vecinos. En el barrio Palmar de Solanda, en el sur de Quito, tenemos una experiencia positiva. Hace varios años este sector era inseguro.
Se registraban asaltos y robo de casas, casi a diario. La situación fue insostenible hasta que la directiva se reunió y decidió conformar brigadas barriales para la vigilancia. Con el apoyo de la Policía se conformaron grupos que recorrían el sector en las noches. Quienes no podían colaborar con el patrullaje debían aportar una suma de dinero para los equipos de vigilancia como pasamontañas y linternas. Pero, además, se exigió a los dueños de predios sin construcción que cerquen sus terrenos.
Esto debido a que los ladrones aprovechaban estos espacios para esconderse o delinquir. Desde entonces, la seguridad mejoró notablemente en el barrio. Ahora se puede caminar con más tranquilidad.