César M. fue detenido un día después de la muerte del agente Darwin A., asesinado el 18 de marzo del 2011 en Píntag, cuando realizaba un trabajo encubierto de seguimiento a un tráiler que llevaba 34 000 gramos de cocaína.
El uniformado recibió un disparo en la cabeza y un agente que lo acompañaba fue herido cuando vigilaban al vehículo. Por este crimen, el Tribunal VIII de Garantías Penales sentenció el miércoles (en primera instancia) a César M. y a tres personas más por el delito tipificado en el artículo 450 del Código Penal (asesinato).
No es el único hecho por el cual la Justicia inculpa a César M. El 19 de diciembre, el Tribunal IV de Garantías Penales de Pichincha lo condenó por narcotráfico (34 000 gramos de droga escondidos en la plataforma del tráiler). Esta semana esos tribunales darán a conocer la sentencia (años de reclusión) en los dos juicios.
Según las investigaciones de la Policía y la Fiscalía, las mafias de narcotráfico vinculadas al crimen y al cargamento provienen de América del Norte. Un agente que investigó a César M., sostiene que los hechos tienen conexión con el caso Mirador.
En el operativo Mirador, el 6 de noviembre del 2010, policías de Antinarcóticos decomisaron 2,5 toneladas de cocaína, camufladas en un camión que circulaba en la vía Guayaquil-Salinas, en la llamada Ruta del Sol del Pacífico ecuatoriano. Los narcóticos estaban envueltos en paquetes en forma de ladrillo, introducidos en sacos de yute amarillos y negros.
Según Inteligencia, el caso Mirador tiene vínculos con otros hechos. Antinarcóticos menciona la operación denominada La Victoria, el 25 de noviembre del 2011 en Portoviejo (Manabí), en la que se decomisaron 89 236 gramos de cocaína. El caso está conectado al operativo Pacífico, del 17 de marzo en Guayaquil, cuando la Policía se incautó de 4 toneladas de clorhidrato de cocaína, valorada en USD 167 millones, y detuvo a nueve personas, vinculadas al cartel mexicano de Sinaloa.
Inteligencia no descarta una penetración de ese cartel en todos estos casos. Agentes de Antinarcóticos y funcionarios de la Fiscalía enfatizan en que la detención de César M. es el mayor golpe al narcotráfico, por la influencia transnacional.
Lavado y sicariato
Detrás de la compra y venta de vehículos de lujo y la comercialización de palma africana, una supuesta red de narcotráfico habría lavado USD 32 millones a escala nacional. A esa conclusión llegó la Unidad de Lavado de Activos de la Policía. La Fiscalía, tras nueve meses de investigaciones en cuatro provincias, vinculó a César M. con ese hecho.
Según los agentes que investigaron el caso, César M. supuestamente utilizaba a sus familiares y amistades más cercanas para introducir dinero ilícito en Ecuador. Policías que participaron en la investigación (seguimientos, filmaciones, análisis de cuentas en el sistema financiero, etc.) sostienen que la organización se camuflaba en actividades comerciales, aparentemente lícitas, como compraventa de autos lujosos, servicios de transporte pesado, cultivo de palma africana y alquiler de inmuebles.
Cuatro sospechosos de lavado fueron detenidos y la Policía todavía busca al propietario de una cadena que se dedica a la compra y venta de automóviles. En la Fiscalía se conoce que el empresario se encuentra fuera del país. La Justicia solicitó la extradición del sospechoso a EE.UU.
En este caso, las autoridades solo aguardan que se notifique la fecha para la audiencia preparatoria de juicio y presentación de dictamen. Autoridades de la Fiscalía esperan que con las dos sentencias por narcotráfico y asesinato, se agilice el proceso judicial por presunto lavado de activos.
¿La organización dedicada al tráfico de drogas y lavado de dinero tiene vínculos con el sicariato? En las investigaciones, agentes policiales y de la Fiscalía determinaron que personas inculpadas en el asesinato del empresario Francisco Espinosa, el 2 de septiembre del 2011 en Miravalle, había miembros de la seguridad de la red de narcotráfico.
Funcionarios de esa dependencia sospechan que entre las víctimas de ese cuerpo de seguridad delictivo están los dos jóvenes asesinados la mañana del sábado 11 de junio, en un automóvil, cuando esperaban la luz verde del semáforo de las avs. De la República y Eloy Alfaro, en el norte de Quito.
A ese hecho se suma el crimen de Óscar D., acribillado el 24 de junio, con 20 disparos, cuando conducía su auto por la av. Brasil y Granda Centeno, norte de Quito. La Fiscalía presume que este crimen pudiera estar vinculado al caso Píntag, de seguimiento a la plataforma que transportaba droga desde Lago Agrio (Sucumbíos) y tuvo como desenlace el crimen contra el policía Darwin A.
Para los agentes, la detención de seis posibles miembros de ese cuerpo de seguridad redujo el crimen por pago en la capital. “Caso contrario, Quito se hubiera vuelto como Medellín (en cuanto a violencia)”, señala la fuente de la Fiscalía General del Estado.
César M. y 11 personas vinculadas se encuentran detenidos en el ex penal García Moreno, en el Centro Histórico de Quito.
Una redada en Cuenca
El colombiano John Jairo Vasco fue aprehendido el 22 de abril en Cuenca y deportado a su país.Según las investigaciones, él era el presunto líder de un brazo de la denominada banda Cordillera, dedicada al narcotráfico, sicariato y otras actividades.
Este caso no tiene relación con César M. En la investigación realizada por la Policía se evidenció que ese grupo delictivo o estaba conformado por ex paramilitares colombianos.