Angustia entre los ciudadanos venezolanos que no consiguieron visa

Miguel Espinoza hizo los últimos trámites el jueves para conseguir su visa en Guayaquil. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO

Miguel Espinoza hizo los últimos trámites el jueves para conseguir su visa en Guayaquil. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO

Miguel Espinoza hizo los últimos trámites el jueves para conseguir su visa en Guayaquil. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO

María Parra viajó desde Venezuela a Ecuador en octubre del 2018. Vive en Guayaquil y ahí aplicó “con mucha fe” al proceso de regularización. Ahora vive momentos de ansiedad: ella y su esposo fueron aceptados para la visa humanitaria, pero no su hijo de 5 años, a pesar de que fue calificado para
obtener el documento.

“Me llegó la confirmación por correo en febrero, a mi esposo a finales de julio y a mi hijo no le llegó nunca. Yo no sé si puede aún aplicar, porque no fue un error nuestro, si no se pudiera optaremos por la visa Unasur que cuesta USD 250, dinero que no tenemos”, lamentó la mujer de 31 años.

La finalización del registro migratorio para obtener una visa de excepción por razones humanitarias (Verhu) para venezolanos finalizó la medianoche del pasado jueves, pero ayer 14 de agosto del 2020 se evidenció angustia entre los migrantes. Varias familias continuaron yendo a Migración para averiguar la posibilidad de conseguir el documento. Las consultas sobre ese tema también se incrementaron en las asociaciones.

Ronald Borges
, de la ONG Un Techo para el Camino, confirmó que hasta las 14:00 de ayer recibió más de 260 consultas sobre estatus migratorio. La gente pregunta si se multará a los extranjeros que están trabajando en las calles sin regularización, o si se activarán las deportaciones.

También, qué va a pasar con quienes tienen una visa de otra categoría, pero que no hicieron el registro biométrico. Otra inquietud es qué va a suceder con quienes ingresaron al país con una carta andina y no con un pasaporte.

Raúl Castillo acudió el jueves a la oficina de Migración en Guayaquil, pero no pudo avanzar porque no disponía de un pasaporte. Su esposa y sus tres hijos también quedaron fuera del proceso. “No sabemos cuál será nuestro futuro, teníamos mucha expectativa con la visa, ahora estamos en el aire”.

Andrew Castro, de la Asociación Civil Mueve, cree que aunque el proceso de regularización concluyó, la situación no deja de ser crítica porque la mayoría quedó en condición irregular porque desde el 13 de agosto del 2019, según datos del Viceministerio de Movilidad, 38 243 visas humanitarias fueron concedidas. Otras 26 000 están en proceso.

En tanto, 165 761 venezolanos cumplieron con el registro biométrico. Según Castro, eso es menos de la mitad de los 400 000 migrantes que estima residen en el Ecuador.

Carlos Velasteguí, viceministro de Movilidad, calificó a la jornada como exitosa porque el objetivo era ordenar los flujos migratorios. Otra meta -explicó- era regular a los ciudadanos venezolanos. Afirmó que el Estado “hizo todo lo que está a su alcance” para facilitar una visa sin costo, pues el migrante únicamente canceló USD 50 por el formulario de solicitud que por “normativa” no se podía obviar.

Recordó que el pasaporte y un certificado de antecedentes penales del país de origen fueron documentos básicos que se solicitaron. Reconoció que en el proceso se encontraron limitaciones para los extranjeros, quienes tuvieron problemas para acceder a documentos como sus pasaportes.

El presidente de la Asociación Civil de ciudadanos de Venezuela en Ecuador, Daniel Regalado, insistió en una amnistía migratoria. Contó que muchos no accedieron a una visa humanitaria porque contaban solo con la tarjeta andina y no era un requisito aceptado.

“Hay casos de personas que no fueron atendidas correctamente vía correo, tenemos personas que no pudieron cargar los documentos por fallas en el sistema, errores en los correos, una plataforma que no dio abasto y hubo pocos funcionarios atendiendo”, dijo.

Uno de esos casos fue el de Carlos Torres, quien ingresó su solicitud a finales de julio, pero no lo logró porque no había turnos en Guayaquil. “Encontré unos cuantos en Manta, pero decidí no ir porque ni siquiera el transporte terrestre está restablecido”, se quejó.

Por su parte, Patricio Pazmiño, viceministro de Gobierno, afirmó que del total de los registros biométricos, 128 371 fueron calificados para solicitar la visa Verhu.

El resto no fue calificado por haber ingresado después del 26 de julio del 2020, día en que se emitió el Decreto 826, que abarca el proceso de regularización. Otros no pasaron la fase porque habían ingresado por pasos irregulares.

Ahora, Ecuador analiza pasar a una segunda fase para la regularización no solo de venezolanos sino de extranjeros de otras nacionalidades. Aún no se han especificado los detalles.

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