Eran las primeras horas de Navidad. A las 01:30, el chef italiano Luigi Spasiano, de 33 años, arribó al aeropuerto José Joaquín de Olmedo, en Guayaquil, desde Toronto, Canadá. Cinco horas después apareció muerto en la vivienda de su novia Johanna A., en el suburbio oeste.
En este sector periférico, las casas, algunas de cemento y otras de caña, son modestas. En sus fachadas predominan los colores pasteles. Apenas advierten la presencia de extraños, los vecinos se esconden tras las puertas y cortinas.
En una de las casas de este barrio, Spasiano fue asesinado, tras recibir seis puñaladas.
La gente del barrio prefiere no hablar del tema. El pasado jueves, la casa de cemento color melón y de un solo piso, en la que vive Johanna, amaneció con un foco encendido y una planilla de energía eléctrica colgada en la puerta.
De la ventana aún colgaban focos navideños. Los vecinos creen que por allí ingresó la persona que supuestamente mató al chef.
A las 06:00, mientras la pareja dormía, un desconocido llegó al dormitorio y cometió el crimen.
La mujer se despertó al escuchar los gritos de Luigi y vio al supuesto asesino huir del lugar.
El hombre dejó el cuchillo en el sitio y en la pared quedó una huella de la mano cubierta con la sangre del ciudadano italiano.
Según el reporte médico, una puñalada comprometió la aorta toráxica e hizo que Spasiano se desangrara, a pesar de que fuera trasladado a una casa de salud.
Luego de la tragedia, los fierros de la ventana violentada fueron soldados nuevamente, para asegurar la casa. Los rastros de las sueldas aún son visibles.
El jueves, cinco sobrinos de Andrea P. jugaban en el portal de su casa. Ella es vecina de Johanna y vive a seis casas. Mientras daba de lactar a su bebé, con la puerta abierta de su vivienda, aseguraba que nunca vio al rubio europeo.
Otra vecina, quien habita una casa contigua a la de Johanna, dijo que se enteró del asesinato horas después del hecho. Y que con ella apenas se saludaban.
En el barrio también vive Ángel B. Él es hermano materno de la novia del chef y dijo que no sabían que Luigi trabajaba en un restaurante ni que era un chef famoso de la televisión canadiense.Contó que llegó a la casa de su hermana en busca de tranquilidad. Según él, Luigi le mostró un anillo de compromiso y ella aceptó casarse con el extranjero. En esta visita, Spasiano tenía previsto pedir la mano de Johanna. Luego se irían a vivir en Toronto.
La primera vez que vino a Ecuador, el chef demostró ser respetuoso, humilde y bondadoso y se ganó la confianza de los padres de su novia. Ángel B. recordó esta escena. La Embajada de Italia reitera que su primer ingreso a Ecuador fue en septiembre del 2010.
Un día después del asesinato de Luigi, Johanna denunció en las oficinas de la Fiscalía, que opera en el local de la Policía Judicial (PJ), que el autor del crimen supuestamente es su ex conviviente Johfre O., de 31 años. Ella participó en un operativo para su captura, en el centro de Guayaquil.
Ante la Fiscalía, él se declaró inocente y dijo que en el momento del asesinato estaba en una discoteca con dos amigos. En su barrio comentan que el detenido consumía base de cocaína. Una persona le avisó que Spasiano había llegado a Ecuador.
Vecinos del barrio dijeron que Johfre llegó a la casa de su ex pareja y luego lo vieron pasar de prisa con manchas de sangre. Johanna contó que su ex enamorado le dijo que su intención era robar la ‘laptop’ con la que ella se comunicaba vía Internet con el chef. Y que cuando entró, los vio juntos, se llenó de ira, tomó un cuchillo y lo apuñaló. Además, habría robado USD 3 000 y una cámara fotográfica que utilizaba Luigi. La Policía lo capturó con USD 845.
Según Mario Acosta, jefe de la PJ, las huellas que se encontraron en casa de Johanna determinaron que el detenido sí estuvo allí el día del crimen.
El pasado miércoles, con esposas en manos y vistiendo una camiseta con los colores naranja y blanco, Johfre intentó comprometer a Johanna. Dijo que ella sabía que el europeo era una “mina de oro” y que todo se lo quieren tapar. Según él, la joven fue su mujer durante cinco años y hace uno ella lo dejó. En su versión, la novia del italiano aseguró que estuvo con él dos años y hace seis meses terminó porque era violento. Explicó que se relacionó con el extranjero en marzo del 2010.
Ahora, ella se encuentra en tratamiento psicológico y pidió permiso médico en su trabajo.
Su jefe, A. Morales, asegura que ella es responsable y ordenada, pero que desconocía de su antigua relación y que “más o menos” sabía del italiano. Dijo que no habrá represalias laborales en contra de Johanna, porque entiende que fue un crimen pasional. “Ella no tiene la culpa”.
No entró en detalles. Una de sus compañeras dijo que la novia del chef estuvo con Johfre cinco años y que él frecuentaba su oficina, para reclamarle. Se alejaba por meses y luego volvía. “Estaba obsesionado y la manipulaba para que regresara con él, pero ella solo quería que la dejara en paz”.
Ella pidió una boleta de auxilio hace tres o cuatro años. No obstante, a veces aceptaba salir con él por temor a represalias.
Según su amiga, la joven dejó de salir con su ex pareja desde que inició la relación con Luigi. Pero él no se alejaba y merodeaba su casa, a pesar de que la familia no lo aceptaba por su conducta.
El caso pasó a conocimiento de la fiscal Luz Pazmiño. La funcionaria llamará a Johanna para que rinda su versión acusatoria ante un juez. Esta diligencia se cumplirá después del feriado de fin de año. La fiscal destaca que Johfre también es extranjero, pero que se naturalizó ecuatoriano.
Pidió detalles al Registro Civil para saber cómo consiguió la cédula. La intención de las autoridades también es conocerse su pasado judicial en su país natal.
Mientras estos detalles se aclaran dentro de las investigaciones, el cadáver del chef todavía permanece en la morgue.
La Embajada de Italia en Ecuador comunicó a los padres de Spasiano el deceso de uno de sus tres hijos. Se conoció que un hermano vendrá la primera semana de enero para repatriar el cuerpo y sepultarlo en su natal Nápoles.
El hecho conmocionó a Guayaquil y, en especial, al barrio en donde ocurrió el crimen. Los vecinos piden que exista mayor seguridad de la Policía, para impedir que este tipo de crímenes se repita con otras personas.