El amotinamiento registrado en la cárcel de Santo Domingo de los Tsáchilas se convirtió en la séptima masacre carcelaria del país. 12 presos fueron asesinados en este último hecho de violencia, que ocurrió el 18 de julio de 2022.
Datos oficiales muestran que, durante esas siete matanzas, 363 ppl perdieron la vida. En 2021, 287 internos fallecieron. En cambio, en 2022, ya se contabilizan 76 muertes, durante tres motines ocurridos en la cárcel de Turi en Cuenca y en la cárcel Bellavista de Santo Domingo.
Según las investigaciones, en cada ataque violento han estado involucrados integrantes de agrupaciones delictivas, que se disputan el control de los centros de reclusión. Entre ellos también existen pugnas de poder por ganar territorio para la venta y tráfico de drogas.
Hechos violentos con más número de víctimas
La primera masacre penitenciaria se registró, en febrero del 2021, en las cárceles de Guayas, Cotopaxi y Azuay. En esa ocasión se contabilizaron 79 muertos.
Los actos de violencia han ocurrido en cinco cárceles del país. La mayor cantidad de eventos se registraron en los centros penitenciarios de Guayaquil.
Precisamente, el peor incidente se registró el 28 de septiembre del 2021, en una cárcel del Puerto Principal. En esa ocasión, 118 reos fueron asesinados.
En 2022, en cambio, la masacre que dejó un mayor número de víctimas ocurrió en la cárcel Bellavista de Santo Domingo. La madrugada del 9 de mayo del 2022 se contabilizaron 44 fallecidos.
¿Por qué ocurren estos actos de violencia?
Este 2022, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitió un informe de 102 páginas, donde detalla la situación carcelaria en el país.
Allí se menciona que una de las principales causas de la violencia es que el sistema de rehabilitación social no cuenta con una institucionalidad sólida.
“La falta de institucionalidad y lo que ello conlleva para la administración y gestión de los centros penitenciarios ha facilitado la corrupción, la violencia entre grupos criminales en las cárceles, y la consecuente pérdida del control de los centros”, detalla el documento de ese organismo internacional.