El auto de Vicente Robles fue robado el pasado 25 de diciembre. Él trabajaba como taxista. A las 20:00 de aquel día, dos hombres vestidos de traje formal se subieron en el redondel de El Condado y le pidieron que les llevara hacia San Carlos. En el trayecto, por la av. Occidental, le pusieron una pistola en su tórax para exigirle que se desviara a Nono, ubicado al noroccidente de Quito.
Al llegar a ese lugar, Robles fue obligado a bajarse del auto y a entregar las llaves del carro Chevrolet del año 2010. “Me ataron las manos y me botaron en un terreno baldío. Un hombre me vigiló por unas tres horas. Me amenazaba con un machete para que no me moviera”.
Según el Observatorio Metropolitano de Seguridad Ciudadana, de enero del 2011 al 25 de mayo del 2012, se han robado 2 321 carros. Esto representa una fila de 11,49 km. Tomando como referencia la av. Simón Bolívar, la cola de autos robados llegaría desde Guajaló hasta la Loma de Puengasí (ver infografía).
El parque automotor de la ciudad está compuesto por cerca de 410 000 carros, informó la Secretaría de Movilidad.
Pablo Cerda, jefe del Departamento de Inteligencia Antidelincuencial de la Dirección Nacional de la Policía Judicial, mencionó que el robo de vehículos representa el 7,35% de los delitos de mayor incidencia. Agregó que en su mayoría, el 96% de este delito se produce en las vías públicas, el 3% en los parqueaderos y el 1% en las viviendas.
Entre las modalidades más usadas para robar los carros está la empleada por los estruchantes. Mediante llaves denominadas bellas o desarmadores, los violentos vulneran la seguridad de los vehículos estacionados, los encienden y se los llevan.
Según Cerda, cuando se roban autos que cuentan con dispositivo de rastreo digital, estos son escondidos en parqueaderos subterráneos para que la señal no llegue y sean desconectados los equipos.
El auto Renault 2011 de Javier Tapia, tenía dispositivo de rastreo digital y fue robado en octubre del año anterior. Hasta la fecha, él no ha logrado recuperar su vehículo que fue sustraído mientras estuvo bajo los efectos de la escopolamina. “Unas chicas se acercaron a conversar. Perdí la conciencia. No recuerdo nada. Mi familia me encontró en Alluriquín, vía a Santo Domingo de los Tsáchilas”.
Para el robo de autos, los sospechosos también aprovechan los lugares donde los conductores reducen la velocidad, para atracarlos y llevarse los vehículos. Esto se da en los semáforos o redondeles.
La tercera modalidad es el denominado ‘asalto al quieto’. Se emplea cuando las personas estacionan sus autos en sitios apartados, para reunirse y departir con amigos dentro de él.
En la noche es cuando más se produce este tipo de robos. Datos de la Policía Judicial muestran que entre las 18:00 y 24:00 ocurre el 38% de este delito.
En cuanto a los sectores donde más robos de automotores se registran están el norte, con el 48% (1 114 casos); y el sur, con el 34% (789). En el Centro se produce solo el 15% (348). Cerda explicó que esto obedece a la falta de estacionamientos seguros en el norte y sur de la ciudad.
“Los parqueaderos del Centro Histórico cuentan con cámaras y mecanismos de seguridad”.
Por esta razón, recomendó a los dueños de los vehículos no estacionarlos en zonas alejadas e identificar a los cuidadores que trabajan en las calles.
A Marco Chávez le robaron su auto Hyundai hace un año. Él solía estacionarlo en la calle, cerca de un negocio que tiene en la av. Cardenal de la Torre, en el sur.
“Luego de cerrar el local fui por el carro, pero no pude subirme porque unos hombres armados me obligaron a entregarles las llaves. No opuse resistencia por temor a salir herido”.
Las marcas de automotores Chevrolet y Hyundai son las más sustraídas en Quito.
Según el Observatorio de Seguridad Ciudadana de enero del 2011 a mayo del 2012 se han robado 1 017 autos Chevrolet y 220 Hyundai. Esto se debe a que estas marcas son las más comercializadas en el país. El 70% de caros son recuperados por la Policía Judicial. Aseguró Cerda.
Chávez pidió ayuda a sus amigos para buscar su carro. Pudo recuperarlo luego de tres días, en Tambillo. Sin embargo, este fue desmantelado. “No tenía el motor completo. Se llevaron la memoria, las llantas, la radio…”. Para repararlo necesitó USD 4 000.
La suerte de Vicente Robles fue distinta. Él acudió a la Policía Judicial a poner la denuncia por el robo de su carro, pero no ha obtenido ninguna respuesta. Seis meses después del asalto, sigue sin su auto. También tiene una deuda pendiente pues solicitó un préstamo para comprar el taxi. “Debo cerca de USD 8 000 a una entidad bancaria”.
Recomendaciones
Estacionamiento. Busque un lugar seguro para aparcar el auto. No lo deje en la calle. Utilice los garajes públicos.
Atención. Conduzca con precaución. No haga caso a las advertencias de extraños sobre el estado del automotor. Este mecanismo es utilizado para distraer a los conductores.
Encuentros. Si se va a reunir con sus familiares o amigos acuda a un lugar indicado. No permanezca dentro del auto.
Denuncie. Si es víctima de robo acuda a la Policía Judicial para poner la denuncia.Lleve la matrícula del auto y su cédula de identidad. Las denuncias se receptan las 24 horas.
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