Ocho aviones supersónicos sobrevolaron la mañana de ayer la pista del Ala de Combate N°21, más conocida como Base de Taura, en Guayas.
Otras cuatro aeronaves reposaban en la pista de vuelo. 12 pilotos -ocho oficiales de vuelo y cuatro de entrenamiento-, permanecían frente a las naves.
En ese lugar se hizo la entrega oficial de los aviones Cheetah de segunda mano comprados el año pasado al Gobierno Sudafricano por USD 78 millones.
Los aviones llegaron al país en partes. Ayer se oficializó su entrega a la Fuerza Aérea, en una ceremonia presidida por el presidente Rafael Correa, los ministros de Seguridad Interna y Externa, Homero Arellano; y de Defensa, Javier Ponce, y del secretario nacional de Inteligencia, Raúl Patiño.
La compra de las aeronaves usadas incluye cinco años de mantenimiento, explicó en el acto el comandante general de la Fuerza Aérea, Leonardo Barreiro.
Las primeras aeronaves que arribaron al país estuvieron en etapa de prueba. Uno de esos aviones tuvo un percance en agosto pasado, cuando se ejecutaban maniobras de vuelo. En ese incidente resultó con heridas en el rostro el piloto Galo Álvarez.
Sobre ese percance, Correa dijo “que se trató de un pequeño accidente que se produjo al eyectarse el asiento de un piloto fruto de un error de ensamblaje”.
Según el Mandatario, la inversión en armar a las Fuerzas Armadas en su Gobierno alcanza los USD 680 millones. “Sufrimos en marzo del 2008 el ataque de un gobierno falsario que bombardeó nuestro territorio, y no contentos quisieron echar la culpa a la víctima, a los bombardeados. No teníamos aviones para defender nuestro territorio”, dijo en relación al bombardeo de Angostura.
Los Cheetah reemplazarán a los Mirage F1, que se adquirieron en 1979 y participaron en el conflicto con Perú de 1981.
“Se realizó un estudio y se concluyó que el avión idóneo era el sudafricano Cheetah”, aseguró el comandante de la FAE.
Las aeronaves incorporan un radar digital. Este, según la FAE, es el principal componente del sistema de armas, al proporcionar información simultánea de múltiples blancos en tierra y mar.
Los aviones también añaden autonomía de vuelo porque pueden reabastecerse en el aire.
Barreiro indicó que otra de las características de la aeronave es que desde el bastón de control se controla la selección del armamento, los modos de ataque, el manejo del radar y de disparos. “Esto le permite al piloto una capacidad de reacción inmediata”.
Dentro de la ceremonia, Correa recibió un réplica en miniatura de la aeronave, una gorra de piloto operativo y un banderín del Escuadrón Cheetah.
Los pilotos que volarán las naves recibieron una capacitación previa, debido a la diferencia en los controles. Dos de las doce naves son biplaza, precisamente para labores de entrenamiento.
Los Cheetah se suman a otras adquisiciones recientes, entre ellas de helicópteros.
Correa resaltó toda la inversión realizada en su gobierno en el tema de Fuerzas Armadas. “Los Cheetah son fruto de una gran negociación por su compatibilidad con los Mirage, con gran autonomía de vuelo, y porque un solo avión nuevo puede superar los 100 millones”, manifestó.
Al final de la ceremonia, el Presidente subió a una de las aeronaves ubicadas en la pista y recibió detalles del funcionamiento.