Redacción Loja
En el cantón fronterizo de Macará, la suspensión de la energía eléctrica afecta más al comercio local. Los cortes se cumplen de 08:00 a 09:00 y de 18:00 a 19:30.
Con la suspensión de la mañana se sienten afectados los dueños de piladoras de arroz cuyas plantas requieren de energía para su funcionamiento. La situación obligó a retrasar el trabajo desde las 09:00 y a recuperarlo en la tarde.
En cambio, con los apagones de la tarde se ven afectados los dueños de comercios ubicados en el centro de la ciudad. En toda esta urbe existe alrededor de 220 locales comerciales.
Hilda Campoverde, moradora del barrio 5 de Junio, ubicado en el centro, cuenta que en la mayor parte de tiendas cierran a las 18:30 y no las vuelven a abrir en la noche, aunque retorne el fluido eléctrico. “Para comprar tenemos que recorrer muchísimo en busca de locales abiertos”.
En el puente internacional, la Policía de Migración puso en funcionamiento un generador de energía y no tiene inconvenientes con sus trámites. Sin embargo, las oficinas de Aduanas y Agrocalidad no cuentan con este servicio y cuando se requieren trámites los interesados deben esperar hasta que se restablezca el servicio o regresar al día siguiente.