Eduardo Rodríguez Vaca
Casi todos los días nos informan los medios de la falta de medicamentos en los hospitales y dispensarios del IESS, así como en las unidades sanitarias del MSP y los padecimientos de los afiliados y usuarios que concurren cotidianamente a dichas casas de salud.
En el comercio de los medicamentos la competencia no está funcionando y que las grandes empresas farmacéuticas tratan de impedir la llegada al mercado de las medicinas más eficaces y a la vez descalifican los medicamentos genéricos que son mucho más baratos.
Esto ha provocado el retraso de acceder a los genéricos y pérdidas financieras no solo para los pacientes sino también para la Seguridad Social y el Estado.
Los genéricos son 40% más baratos que los de marca y son idénticos en su principio activo, dosis, forma farmacéutica, seguros y eficaces.
Las empresas de fármacos abogan por el derecho de exclusividad y prolongar las patentes y el control de calidad de los productos de marca. La mayor parte de la población es pobre y no tiene acceso a genéricos que permitirían a bajo costo remediar las enfermedades evitables de sus hogares. Es un reto para el Gobierno que tiene que encontrar una pronta solución y evitar la constante frustración ciudadana.