Mauricio Rodas saluda con Augusto Barrera. Al lado se encuentran Álvaro Pérez y el concejal Antonio Ricaurte. Foto: Cortesía.
La entrega de la Ruta Viva, no solo unió dos puntos geográficos, como los del aeropuerto Mariscal Sucre con la ciudad. Fue también la oportunidad para ver una imagen poco frecuente en la política ecuatoriana: figuras opuestas estuvieron ahí. Se estrecharon la mano, se dieron un ligero abrazo. Y se fueron cada uno para su casa.
Así, se vio con exalcaldes como Augusto Barrera, Paco Moncayo, Andrés Vallejo y Álvaro Pérez, concejales, funcionarios del Gobierno central y más invitados que compartieron, por cerca de una hora, en el acto de apertura de la denominada conexión vial sur.
Alrededor de las 10:00, el alcalde Mauricio Rodas arribó al lugar. Saludó con sus partidarios, quienes lo esperaban con banderas celestes y camisetas con su nombre. Luego, apretó la mano de los concejales, los mismos que estaban sentados en la primera fila. Pero, sin duda, el saludo más esperado fue el que se dio con el exburgomaestre capitalino, Augusto Barrera. Fue breve. Sonrieron y cada uno se fue a su sitio.
A Rodas le correspondía la mesa de autoridades junto Paola Carvajal, ministra de Transporte y Obras Públicas, quien fue delegada del presidente Rafael Correa, y demás autoridades locales y extranjeras como el embajador de Brasil, Fernando Simas y Cristian Cerdán, encargado de Negocios de la Embajada de España.
El evento, que se realizó en la parte final de la Ruta Viva, a la altura del intercambiador de Puembo, no solo reunió a simpatizantes de Rodas. También, estuvieron presentes partidarios dey de la revolución ciudadana. Fueron cerca de 50 personas, quienes acudieron con banderas verdes y de Quito para recordar que esta obra la inició el alcalde de la bancada de Alianza País.
Los partidarios gobiernistas gritaban constantemente consignas como: “¡qué bonita carretera, esto fue obra de Barrera!” y “¡Que viva la revolución ciudadana!” Incluso, al momento de que el Alcalde actual daba su discurso de apertura, de fondo se escuchaban los gritos en apoyo al régimen actual.
Paola Carvajal, ministra de Transporte, recordó que la obra se inició en la administración de Augusto Barrera de la mano del Gobierno central, por lo que da cuenta de su interés de mejorar la vialidad de la capital.
Después de la intervención de la Ministra, el Burgomaestre de la ciudad tomó la palabra. Su discurso tuvo algunos reparos hacia la administración anterior. Retrasos en tiempos, expropiaciones, estudios incompletos, cambios en el diseño fueron algunos de los obstáculos, que para Rodas, fueron determinantes en la finalización de la Ruta Viva.
“Tuvimos que darles solución para hacer realidad esta obra después de siete meses”. En medio de las palabras del Alcalde, Barrera sonreía. Y susurró algo, entre dientes, cuando Rodas aseguró que la obra debió entregarse en febrero pasado, tal como se contemplaba en el proyecto inicial.
Sin embargo, Rodas aseguró que esta no es una obra de propiedad de nadie (partido político o movimiento) sino de los quiteños, sobre todo, para mejorar la movilidad de quienes viajan hacia el Aeropuerto de Tababela.
La primera autoridad municipal también resaltó el trabajo de las administraciones anteriores. “Fue un esfuerzo de varios cabildos quiteños. No de uno solo”.
Rodas explicó que desde la década de los años 80 se empezó a proyectar la idea de la edificación del Aeropuerto. A esto se suma la construcción de vías que faciliten la movilidad de los quiteños.
Por ejemplo, dijo, los estudios se realizaron cuando Paco Moncayo estaba en el Cabildo. Por eso destacó la importancia de invitar a las exautoridades municipales.
Paco Moncayo, exalcalde, aseguró que fue un acierto de Rodas invitar a sus antecesores, ya que todos han tenido una responsabilidad con la urbe. Para él, esa es la verdadera forma de hacer política. Es decir, quitarse los colores de los partidos y trabajar por las personas. Para él, un punto discordante fueron los constantes gritos “proselitistas” de varios grupos que empañaron, en parte, la inauguración.
Al final de la jornada, Barrera apretó la mano de varios de sus simpatizantes. Y aseguró que es una alegría ver una obra terminada para los quiteños. Fueron cortas sus palabras y se marchó del lugar. Mientras que Rodas siguió con su caravana para recorrer la Ruta Viva.