La revisión de vacunas es vital en el control médico estudiantil

El pediatra Patricio Quiroga hace el control médico a dos adolescentes de 11 y 13 años.

Antes del ingreso a clases, Sandra Paspuel acudía al pediatra con su hija Valentina, de 9 años. El chequeo se hacía porque la niña tenía alguna dolencia o por controles médicos. Estos últimos consistían en la toma de peso y talla y una revisión de la visión y audición. El galeno, además, constataba que la niña contara con las vacunas requeridas para su edad.
Estos chequeos eran comunes en agosto. Algunos padres realizaban estas citas preventivas con el objetivo de conocer si los niños o adolescentes gozaban de buena salud.
Este año -cuenta Fernando Aguinaga, titular de la Sociedad Ecuatoriana de Pediatría- es diferente. Debido a la emergencia sanitaria por coronavirus, los progenitores han dejado de ir a hospitales o consultorios por temor a un contagio.
“Pese a ello deben mantener los controles de salud, cuya finalidad es prevenir el aparecimiento de otras patologías’’, sostiene el especialista en enfermedades infantiles.
En ese sentido, la primera regla que se cumple es la revisión del carné de vacunación del infante. Hasta los 15 años, los chicos deben colocarse unas 20 vacunas, entre primeras dosis y refuerzos. Con estas se evitan patologías como sarampión, rubéola, varicela, parotiditis (paperas), fiebre amarilla, poliomielitis (mal que provoca parálisis), influenza y papiloma (en el caso de las mujeres).
El Ministerio de Salud ha destacado, en varias oportunidades, la importancia de la vacunación, la cual debe cumplirse para evitar la propagación de enfermedades que pueden prevenirse.
“Ecuador se suma a los esfuerzos por efectuar actividades de inmunización en territorio, con la finalidad de mantener lo que por años se ha logrado, como la eliminación del sarampión autóctono, la rubéola o la poliomielitis”, según un boletín de la entidad.
Solo en Pichincha hay 137 unidades públicas de salud habilitadas para esta labor.
Citada por The New York Times, la médica Sally Goza, presidenta de la Academia Americana de Pediatría, considera que, tras la pandemia, uno de los problemas puede ser el aparecimiento de enfermedades como el sarampión o la meningitis, que son prevenibles por medio de vacunas.
Los padres deben controlar el peso y la talla del niño o adolescente, dijo el pediatra Patricio Quiroga, del Hospital Metropolitano de Quito.
Durante esta pandemia, los chicos han consumido en exceso alimentos basados en carbohidratos y golosinas.
A esto se suma que no han realizado la suficiente actividad física, por lo que es importante que el médico de confianza haga un seguimiento constante de la condición física del niño y adolescente.
Estos últimos pasan un mayor tiempo frente a la pantalla, por sus clases o la ‘nueva convivencia’ con sus amigos.
Durante los chequeos preventivos se recomienda que los chicos practiquen actividad física en casa, como saltar cuerda, trotar o hacer flexiones, lo que les ayuda a mantener un sistema inmunológico fuerte y a evitar problemas de sobrepeso y obesidad”, comenta el galeno Quiroga.
Durante esta época, coinciden los especialistas, es importante velar por la salud visual y auditiva, ya que niños y adolescentes están más cerca de computadoras o celulares.
“En menores de 5 años se aconseja una exposición a las pantallas máximo de 30 a 40 minutos al día. Mientras tanto, los chicos mayores pueden permanecer hasta dos horas frente a dispositivos tecnológicos”, señala Aguinaga.
Ante ello, las revisiones deben cumplirse cada seis o 12 meses; todo depende de las necesidades de los chicos.
Marjorie Zavala, de 39 años, es mamá de unos mellizos, de 5 años, y de un niño de 3. Ella acudía constantemente a los controles con su pediatra de confianza. Además, en febrero pasado les realizó exámenes de audición y visión.
“En una de las escuelas en donde les inscribimos nos pidieron el certificado de salud; afortunadamente los hicimos antes de la emergencia sanitaria por el coronavirus y los resultados fueron positivos. Hoy estamos tranquilos porque están bien; no se han enfermado”, comentó.
La aplicación de exámenes generales, con los que se pueden determinar la presencia de patologías, es parte de los controles médicos.
La pediatra Joanna Acebo, del Hospital Metropolitano, asegura que se realizan biometrías hemáticas, en donde se puede analizar si tiene o no una infección producto de un virus o bacteria. Hay pruebas para conocer cómo está la coagulación de la sangre, si hay anemia, entre otros. También están las pruebas de orina y heces, para determinar problemas gastrointestinales.
“Este momento solo quienes tienen enfermedades crónicas acuden a los consultorios o establecimientos de salud”, dijo.
Finalmente, un chequeo psicológico es fundamental en esta época. Aguinaga cree que los adolescentes han sufrido un mayor impacto emocional.
“Los chicos sienten mucha ansiedad y tensión, ya que no han logrado salir ni reencontrarse con sus amigos, por ello, una visita al especialista ayudaría”, recomendó.
Este tipo de controles preventivos pueden cumplirse por medio de telemedicina. Sandra, por ejemplo, hizo una cita virtual con el neuropediatra de Valentina, para dar seguimiento a la salud neurológica de la niña, quien tuvo una caída años atrás.



