Un equipo de la Guardia Costera de San Diego, en California, rescató este martes, 9 de enero del 2018, a una familia de cinco miembros tras una fuerte tormenta que desencadenó inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra.
Al menos 15 personas murieron por las lluvias caídas en una región que quedó sin vegetación a causa de los incendios de diciembre pasado.
Imágenes dramáticas mostraron a un equipo de rescatistas a bordo de helicópteros de la Guardia Costera de San Diego transportando a una familia, incluyendo a la madre, el padre, su hijo recién nacido, uno de siete años y una niña de tres, más dos perros.
Las fuertes lluvias, con acumulación de más de cuatro pulgadas (25 milímetros) en la zona noroeste de Los Ángeles, originaron ríos de lodo y escombros que destrozaron varias casas en el área de Montecito, en el condado de Santa Bárbara.
Las inundaciones afectaron la cara sur de las laderas sobre el poblado de 9 000 habitantes (al noroeste de Los Ángeles) , lanzando enormes rocas contra casas, según los servicios de emergencia.
“La oficina del comisario puede confirmar 15 muertes, pero no es posible dar detalles adicionales por el momento”, dijo un portavoz del condado en Twitter.
Al menos otras 25 personas resultaron heridas, indicaron las autoridades, mientras los primeros rescatistas en la zona lograron sacar por aire a unos 50 residentes y a decenas más por tierra.
Las lluvias obligaron a cerrar varias carreteras y autopistas, a evacuar a miles de personas y a realizar numerosos salvatajes, como el de una niña de 14 años que quedó atrapada durante horas en su casa de Montecito, destruida por la inundación.
La desolación dejada por los graves incendios en amplias áreas del Estado Dorado hizo posible que el agua traída por las tormentas arrastrase escombros y restos de vegetación calcinada, especialmente en el sur del estado.
La temporada de incendios forestales de 2017 consumió cerca de 1,4 millones acres (559 000 hectáreas), según el Departamento de Protección Forestal y Contra Incendios de California (Cal Fire).
Estos fuegos, entre los que estaban cinco de los veinte más destructivos en California desde que se tiene registro, dejaron 46 víctimas mortales.