Lynda acompaña a su hijo Pablo mientras estudia sus cuestionarios y libros. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO
Las vacaciones de Alexander consisten en acompañar a su madre al trabajo. Ahí el joven se dedica a estudiar para alcanzar el puntaje necesario que le permitirá pasar de año. En los tiempos libres, su mamá le ayuda a solventar dudas.
El chico de 16 años no logró superar los exámenes supletorios, que se tomaron entre el 24 y 26 de julio de 2019, por lo que deberá rendir los remediales. Se trata de la segunda oportunidad que tienen los chicos para ser promovidos al siguiente año educativo.
Según el calendario del Ministerio de Educación, los remediales se tomarán del 20 al 22 de agosto de 2019.
Alexander, por ejemplo, deberá rendir exámenes de matemáticas, física e inglés. “No soy bueno con los números y el inglés se me dificulta”. Esto sucede porque en Venezuela no hay un buen nivel del idioma; tampoco lo reciben como materia desde la primaria.
El chico se incorporó en enero al sistema educativo fiscal ecuatoriano. Su madre, Teresa, asegura que el cambio le afectó bastante.
Los últimos datos sobre remediales con los que cuenta la Cartera son del ciclo anterior. En el régimen Sierra y Amazonía, el 51,5% de estudiantes no pasaron el supletorio. Y el 45,6% se quedó para el examen remedial.
La psicóloga educativa y especialista en dificultades del aprendizaje, Ximena Piedra, señala que este período es de tensión para los chicos, por lo que es fundamental el apoyo familiar. Especialmente en los adolescentes, ya que buscan equilibrio emocional.
Lynda es madre de Pablo. Asegura que no lo justifica pero reconoce que en este momento su hijo necesita apoyo. Terminó octavo de básica y debe rendir tres remediales. Para ella, en su hijo influyó el cambio de una escuela particular a una fiscal. Dice que en la primaria la atención de los profesores era más personalizada.
Pero también sabe que Pablo tiene problemas de atención. Prácticamente -comenta- no tiene vacaciones, ya que estudia todos los días, con cuestionarios y libros.
Piedra señala que el tiempo de los chicos se debe organizar de tal forma que no se encierren únicamente a estudiar, sino que se combine el horario de preparación con actividades deportivas, musicales u otras. El objetivo -señala- es que los chicos generen endorfinas y su cerebro no se sature.
Los lapsos de estudio que recomienda Piedra son unas dos horas seguidas, tomando en cuenta el suficiente descanso y la alimentación saludable para tener buenos resultados en el estudiante.
Además -sostiene- es importante que los alumnos se fijen objetivos a corto plazo. Es decir, pasar el año con el remedial y no ir a una siguiente oportunidad: examen de gracia. De acuerdo con su personalidad y capacidades, los chicos deben plantearse la forma de conseguir esas metas y las técnicas para lograrlo.
En la Ley Orgánica de Educación se establece que tanto en los supletorios como en los remediales y de gracia, los chicos deben obtener un puntaje mínimo de siete sobre 10, sin aproximaciones, para ser promovidos de año.