¿Rafael Correa inició un nuevo período de Gobierno, ¿qué diferencia advierte en relación con 2007, cuando asumió por primera vez la Presidencia?
Empieza la segunda fase de un proceso que se inició formalmente hace más de dos años y medio, por el que soñó y luchó la sociedad desde hace décadas. No son solo expectativas. Hay realidades concretas. Varias de ellas cristalizan algunas de las expectativas de 2007.
¿Por qué está aquí?
Economista y político ecuatoriano. Autor de varias publicaciones especializadas.
Piensa que el futuro del Gobierno dependerá de la coherencia de los cinco ejes de la revolución ciudadana. Otras mantienen latente la esperanza. Y no pocas, lamentablemente, generan dudas e incluso frustraciones. El ejercicio del poder desgasta, el Presidente no ha sido la excepción, aunque en menor grado que sus antecesores.
¿Qué acciones, que haga o no el Presidente, pueden revertir esa tendencia?
La coherencia debe ser su mejor herramienta política. Eso significa fidelidad con los planteamientos originales y con la historia. Requiere, por igual, concertar la gestión gubernamental con una amplia base social, sin asumirse el presidente Correa, como lo ha hecho hasta ahora, como el portador de la voluntad política colectiva.
De una vez por todas, debe entender que los logros de su Gobierno y que los triunfos electorales de estos años, más allá de sus méritos personales y los de su movimiento, responden al acumulado histórico de la lucha de amplios segmentos de la sociedad…
¿Atribuye la reelección al cumplimiento de ofertas, a la falta de contradictores o a qué otros hechos?
La claridad de sus propuestas y su cumplimiento explican en parte lo conseguido. También influyó la voluntad de cambio de la mayoría del pueblo ecuatoriano… Y, por cierto, la debacle del modelo neoliberal, que condujo al debilitamiento de banqueros, acreedores, empresarios monopolistas, organismos multilaterales de crédito y sus representantes en la partidocracia y en parte de la prensa.
El hecho de que un presidente siga en el poder, como el actual que fue reelegido, ¿contribuye a la estabilidad política y a la continuidad de su agenda?
Sí, en la medida en que Correa se mantenga fiel a los planteamientos originales de su agenda política. El nuevo Gobierno o el viejo Gobierno, como usted lo catalogue, ha tenido que recurrir a las negociaciones políticas en la Asamblea Nacional, porque no tiene una mayoría propia.
¿Eso afectaría al Presidente y a su Régimen?
Si las negociaciones son transparentes y sobre todo centradas en temas parlamentarios (legislación y fiscalización), no hay motivo para preocuparse.
¿Cómo avizora el futuro del gobierno de R. Correa?
Dependerá de la coherencia con los cinco ejes de la revolución ciudadana, plasmada en la radicalización del accionar gubernamental. Solo con un permanente ejercicio democrático, demostrará que es un Gobierno renovado y renovador, capaz de incorporar a la mayoría de la población en la definición de su presente y de su futuro.