El séptimo feriado del 2018, en conmemoración por los 209 años del Primer Grito de Independencia, puso a prueba la operatividad de la terminal terrestre de Carcelén, que empezó a registrar gran concurrencia de pasajeros a partir de las 18:00 de ayer.
Según César Zapata, funcionario de la terminal terrestre del norte de Quito, en los feriados se observa dos tipos de viajeros, quienes programaron sus traslados hacia destinos que superan los 250 km de viaje y quienes reservaron desde el lunes sus pasajes; y los que buscan hacerse de un pasaje hacia los destinos más cercanos y madrugan a sus viajes.
En el primer caso, empezaron a llegar a la terminal a partir de las 18:00 del jueves. En los registros en video que tiene la administración de la terminal, se observa que las horas de mayor afluencia de público, inició a las 18:00 y culminó a las 24:00. Los buses se llenan de pasajeros y encomiendas en un tiempo promedio de 15 minutos, hasta salir del andén y emprender el viaje.
“Durante este lapso, cada media hora salieron 22 buses, en promedio. Cada unidad tiene una capacidad de 40 personas -los buses de dos pisos llevan hasta 60 pasajeros-. En esas seis horas, tenemos un promedio entre 800 a 1 000 personas que salieron cada media hora desde Carcelén”, reseña Zapata.
Los viajes hacia Atacames, Manta y Chone, las reservas de pasajes empezaron a agotarse incluso cuatro días antes del feriado. Mientras que para Santo Domingo, Otavalo y Tulcán, los boletos empezaron a venderse a partir de las 04:00 del 10 de agosto, ya que sus usuarios preferían madrugar para ahorrarse tiempo en su traslado y desayunar en su lugar de destino.
El volumen de pasajeros empezó a disminuir conforme avanzó la mañana. Hasta las 11:00 de hoy, el promedio de salidas de los buses de la terminal terrestre era de 11 cada media hora, es decir, la mitad de lo que fue 11 horas antes.
Para que el viaje sea seguro, agentes de la Agencia Metropolitana de Tránsito desplegaron un operativo en los límites del Distrito Metropolitano. En Calderón, por ejemplo, 10 agentes de tránsito se colocaron en la pendiente de la vía Panamericana Norte que conduce hacia el peaje de Oyacoto.
Según el agente Edwin Barragán, su tarea es revisar que los conductores porten la licencia, matrícula, y verifican el estado de los vehículos, como el labrado de las llantas y que los ocupantes usen el cinturón de seguridad.
“Desde las 10:00 que se desplegó el operativo, hemos tenido inconvenientes con vehículos que viajaban sin placas y no llevaban los implementos de seguridad, como triángulos de seguridad, extintores y botiquín”, señaló. En esos casos, los agentes emiten una citación al conductor y toman una fotografía del hecho, para documentar la infracción.