En el sitio Cununyacu, kilómetro 6 de la vía Intervalles, 80 técnicos y obreros, de diversas empresas, trabajan para entregar, en cinco meses, dos puentes y dos grandes colectores de la Ruta Viva.
Si bien el tránsito no se ha interrumpido, dada la magnitud de la obra, los buses de la compañía Termasturis y los carros particulares van despacio.
Dos obreros, separados por dos cuadras, alzan letreros que dicen, Pase o Pare, para que el tránsito fluya entre los valles de Tumbaco y Los Chillos por la vía adoquinada.
El ruido de las máquinas copa el lugar, de colinas verdes, donde se asientan casas dispersas de bloque y de cemento. Salen grandes volquetas Hino 700, del 2013, llamadas tractomulas, llevando la tierra removida.
Alexandra Caiza, ama de casa, habita una vivienda situada a 200 metros de la obra. Dice que sus hijos, de 3 meses y 9 años, han sufrido infecciones en la garganta. Se resigna a esperar los cinco meses para que la obra concluya.
Muy cerca de Caiza, el manabita Roque Cusme ha disminuido la venta de sandías. “La obra comenzó hace tres meses -explica- yo compraba 50 sandías para 15 días; hoy, máximo 15”. Se consuela porque los obreros compran la fruta, que la adquiere en el Mercado Mayorista. Un vaso vende en USD 1. Caiza y Cusme coinciden en que un tanquero riega agua, para que el polvo no se levante, al menos tres veces cada día.
Frente al puesto de venta se lee, en un gran rótulo: “Construcción de los puentes sobre los ríos San Pedro y Chiche. Incluye los tramos de aproximación y el intercambiador en la intersección con la vía Interoceánica, en el sector de Puembo. La inversión aproximada es de USD 69, millones, financiador por la CFN y el Banco de Desarrollo de América Latina. La contratista es: Puentes y Calzadas. Grupo de Empresas S.A. y la ejecución está a cargo de la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop).
Ya en la obra, un técnico, que pidió no le nombren, sostiene que el 80% del colector más grande concluyó; van por el más pequeño. Los dos puentes y los dos intercambiadores facilitarán la movilidad hacia los dos valles. El horario de trabajo es de 07:00 a 18:00. “Creo que en cinco meses entregaremos toda la obra”. Caiza y Cusme, y otros vecinos, piensan que la obra altera la tranquilidad de la campiña, pero se adaptarán.
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