Testimonio de Joffre Garcés, conductor en la operadora de transporte Disutran S.A.
“Desde que se incrementó la tarifa estamos más tranquilos. Ya no sentimos tanta presión, no hace falta corretear con los buses, ni pelearnos por los usuarios. Ellos (los pasajeros) ya comprenden el nuevo proceso y nos esperan en las paradas.
Trabajo en turnos rotativos en rutas convencionales y también en el corredor Sur-Occidental. Los recorridos salen de Quitumbe, en el sur, y llegan a La Mariscal.
Con el cambio de la nueva tarifa también se incrementaron las unidades. Estamos trabajando con flota completa. Más o menos andamos con intervalos de ocho minutos entre las unidades.
Con todos los cambios que se hicieron para cumplir los parámetros de calidad, ahora solo trabajamos ocho horas al día. La primera ruta sale a las 05:00 y la última parte a las 20:00. Claro, antes lo hacíamos todo el día; yo empezaba la jornada muy temprano en la madrugada.
Cerca de las 04:00 ya estaba de pie, porque tenía que sacar el carro e iniciar a las 05:00. Yo vivo por Nueva Aurora, en el sur de Quito, y a veces a las 23:00, o un poco más tarde, recién estaba llegando a mi casa. Eran más de 16 horas al día que trabajaba.
Las pausas que podíamos hacer en el día dependían del tiempo y del tráfico que había en la ruta que nos tocaba. Si encontrábamos menos trancones, teníamos tiempo para comer. Pero a veces no almorzábamos ni alcanzábamos a desayunar. Llegábamos al punto final de la parada, y virábamos para volver a empezar; y así era todo el día.
Ahora hay más unidades que salen más seguido y tenemos más tiempo para poder comer y hacer pausas, hasta para poder limpiar la unidad. Antes no podíamos y nos tocaba hacerlo al apuro.
En cuanto a los ingresos, si estábamos medios flojos desde que empezó la pandemia. Por eso necesitábamos tener más usuarios en las unidades para sacar algo al final del día, y que nos resultara mejor económicamente. Por eso, a veces dejábamos que se subieran más personas.
Pero ahora con el nuevo sistema (aprobado para el incremento de tarifa) sí nos resulta mejor con pasajeros solo sentados, porque ya son USD 0,35 por cada uno. Y tenemos que respetar el aforo.
Antes, nosotros trabajábamos para el Municipio, que nos cancelaba cerca de USD 2 500 al mes. Luego se creó un consorcio y empezamos a trabajar de forma individual.
Ahora, en la ruta más mala (la de menos demanda) se recauda USD 45 diarios aproximadamente. Pero de eso hay que sacar también un dinero para el combustible.
Hay que tomar en cuenta que se van hasta USD 38 en combustible. Depende de las vueltas que demos, de la cantidad de pasajeros y del tráfico. En la mejor ruta se recauda casi USD 45 diarios, fuera del combustible. Como trabajamos en caja común, al mes recibimos unos 1 300.
Al terminar el día hacemos cuentas y sacamos para el combustible. Todo depende de la línea que nos toque. La ruta más movida es la que va desde la terminal terrestre de Quitumbe hasta San Vicente de las Casas.
Tengo esposa y dos hijos. Con el cambio ya tengo más tiempo para pasar con ellos. Antes trabajaba de domingo a domingo. Llegaba a la casa y mis hijos estaban dormidos, no convivía con mi familia. Ahora trabajo ocho horas y puedo ir a mi casa.
Al principio (tras el alza del pasaje) sí fue duro porque los usuarios no están acostumbrados al nuevo costo. Recibíamos agresiones y habladas casi a diario cuando subió el pasaje. Muchos usuarios nos decían ladrones y tales y cuáles. Eso al principio es duro, hasta que ellos se acostumbren. Pero ya ahora todo es más fácil y rápido.
Los pasajeros ya comprenden y conocen sobre la nueva tarifa y todos los servicios que damos. Aunque no sea un servicio que se pueda calificar como perfecto, pero ellos ya comprenden.
Hemos cambiado, trabajamos para cumplir los tiempos de cada recorrido, los intervalos, todo está monitoreado por GPS. Y tenemos una capacitación cada mes.
Ya no nos permiten realizar ningún desvío en la ruta porque nos hacen seguimiento. Nos toca seguir en el tráfico, aunque eso nos demore más. Antes sí nos desviábamos y ahora ya no podemos hacer eso. A la final, sí vale la pena el cambio”.
Hoja de vida
Joffre Garcés tiene 27 años y desde hace nueve trabaja como conductor en la operadora de transporte Disutran S.A.; esta fue la segunda operadora autorizada para subir el pasaje a USD 0,35 en la capital, a partir del 1 de junio pasado.