La Solución Guayasamín contempla la construcción de pasos deprimidos en donde hoy se ubica la plaza Argentina, y una rampa elevada en la avenida Diego de Almagro. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
Colectivos, agrupaciones barriales y la Academia se hacen presentes en la búsqueda de alternativas y propuestas concretas respecto del proyecto Solución Guayasamín, impulsado por la actual Alcaldía.
El plan, que propone la construcción de puentes, pasos deprimidos y elevados para mejorar la movilidad de Cumbayá a Quito, ha sido blanco de críticas y protestas por parte de urbanistas y de moradores.
Dichas críticas llevaron al Municipio a firmar un convenio con el Colegio de Arquitectos, para trabajar en propuestas y resolver dudas. Hoy, a las 17:00, se llevará a cabo la primera mesa de diálogo en el Colegio de Arquitectos.
Handel Guayasamín, presidente de la entidad, contó que el viernes se convocó a la gente -por medio de una invitación- a aportar con criterios, alternativas o cuestionamientos en relación con el proyecto.
En la reunión participarán dos mediadores, expertos en manejo de conflictos, de la U. San Francisco y de la UDLA.
Al evento está invitada la vicealcaldesa Daniela Chacón, quien -paralelamente y con el apoyo de otras agrupaciones- organiza otro foro para el jueves en el auditorio de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Central, a las 17:00.
Diego Hurtado, docente de dicha facultad y miembro de la Red de Urbanistas del Ecuador, aseguró que se debatirán temas de planificación urbana para evitar la expansión hacia los valles y la periferia. Se analizarán alternativas para lograr un crecimiento programado, reducir las necesidades del uso del auto y demás asuntos.
La Red apoya la construcción de un ‘metroférico’, entre los valles y Quito, el cual se complemente con un sistema de autobuses. Lorena Berrazueta, del colectivo Error Vial Guayasamín, al que pertenecen unas 250 personas, recibió la invitación de Chacón pero no asistirá al foro debido a que se cruza con el habitual plantón en la plaza Argentina. “Vamos a participar en esas mesas de diálogo del Municipio cuando se detenga la construcción”, señaló.
Para Berrazueta, la solución debe ir enfocada al mejoramiento del transporte público hacia los valles y a disminuir el flujo de vehículos con miras a tener una ciudad sostenible.
El colectivo plantea retomar el proyecto de Metrocables de Quito a Cumbayá, y viceversa, que se sustenta en un estudio realizado por la Universidad San Francisco y que ha sido presentado, sucesivamente, a las alcaldías de Paco Moncayo, Augusto Barrera y Mauricio Rodas, sin resultado positivo.
Fernando Carrión, sociólogo de la Flacso, asistirá al foro de la Central donde expondrá su punto de vista personal sobre el proyecto. Considera que se trata de una alternativa muy costosa y que beneficiará a un solo sector de la ciudad. Se debería pensar, dice, en soluciones para los valles en general.
Además, en términos urbanos inmediatos, las afectaciones que se producen a las áreas verdes son importantes. “Esa obra requerirá de, al menos, dos intercambiadores más, ya que descargará los vehículos a la Whymper y a la Orellana”.
Así las cosas, los críticos del proyecto tienen dos alternativas para poder dar forma a sus propuestas. Para Diego Oleas, miembro de Arquitectos por la Ciudad, las propuestas y alternativas deben surgir del Municipio y no son responsabilidad de los ciudadanos. “Nosotros podemos hacer sugerencias generales, pero los estudios deben nacer del Cabildo”.
En contexto
Esta semana se llevarán a cabo dos foros en la ciudad, para discutir y debatir el proyecto Solución Guayasamín. El uno es impulsado por el Municipio y el Colegio de Arquitectos de Pichincha, y el otro por colectivos urbanísticos y la concejala Daniela Chacón.