El aluvión que se dio en La Comuna y La Gasca, al noroccidente de Quito, encendió las alertas entre los moradores de los barrios y urbanizaciones privadas que viven cerca de quebradas y sitios vulnerables a deslizamientos de tierra, principalmente en las laderas del Pichincha.
Atemorizados y perplejos, ellos observaron a través de las redes sociales las imágenes de un río de lodo que arrasó con todo lo que encontraba a su paso y temen que eso se repita. “En las quebradas de nuestro bosque botan escombros y basura, lo cual puede provocar otro aluvión que podría llegar al parque El Ejido”, manifestó Marcelo Páez, dirigente de Miraflores, un barrio de clase media ubicado junto a los túneles que conectan al norte con el sur de la capital.
Ayer por la mañana, él y otros vecinos recorrieron la zona del parque en donde se cruzan dos quebradas que se encuentran tapadas. Apenas se puede ver por encima del césped los bordes de cemento de lo que alguna vez fue una canalización. Otro problema son los camiones que arrojan escombros desde las zonas altas de Toctiuco. “Hay cúmulos de basura en el sur y norte de aquí”, manifestó la vecina Soraya Moreno.
Por esa situación -acotó la mujer- las aguas que bajan desde la montaña no tienen puntos de desfogue. Para el morador Rafael Jarrín, la situación es preocupante debido a la falta de trabajos. “Nunca se ha dado mantenimiento a los canales que se construyeron hace 12 años”.
El Plan Ambiental Distrital 2015-2025 señala que en el Distrito Metropolitano hay 182 quebradas distribuidas en siete sectores, las cuales suman una extensión aproximada de 1 300 kilómetros. Según el reporte, todas presentan daños de diferente magnitud que fueron causados por rellenos parciales o totales, así como por descargas de aguas servidas, escombros y toda clase de desperdicios.
Frente a esa situación, el Municipio anunció la implementación de un proyecto conjunto para el desarrollo de planes integrales de prevención y reducción de riesgos en laderas. Para ello, el Departamento de Recursos Hídricos de Epmaps trabaja con la Secretaría de Gestión de Riesgos, el Instituto de Investigaciones Geológicas y Energéticas, así como la Agencia de Cooperación Internacional de Japón.
La información levantada por la Epmaps, desde su red de monitoreo, contribuirá al análisis y evaluación de futuros movimientos de masas. Con ello se podrá gestionar un sistema de prevención de riesgos y deslizamientos.
Otra zona sensible se ubica atrás de las urbanizaciones del sector El Bosque y Pinar Alto, noroccidente de Quito, en las quebradas Caicedo y Osorio. Allí, a mediados de diciembre, la Epmaps trabajó en el mantenimiento y monitoreo de las estructuras de captación en las quebradas afectadas por las fuertes precipitaciones. En medio de esos trabajos, dos obreros fallecieron luego de ser arrastrados por una corriente de lodo mientras limpiaban la estructura.
Al principio de la emergencia – se informó en el Municipio- troncos de árboles y vegetación taparon los puntos de desfogue de agua de la piscina, pero el inconveniente fue solventado. No obstante, para un grupo de moradores e integrantes del Comité de Seguridad El Bosque, la Alcaldía debe realizar otra intervención inmediata “dado que hasta la fecha los trabajos realizados no ofrecen las garantías de seguridad y normalidad a sus habitantes y visitantes”.
A través de un comunicado, el Comité enfatizó que “no toleraremos bajo ninguna circunstancia la pérdida de más vidas humanas por la falta de planificación y una alerta temprana como ha sucedido anteriormente y en varios puntos de la ciudad”.
Jorge Segovia, dirigente del sector, aseguró que en la emergencia de diciembre estuvieron en riesgo más de 500 familias. Teme que en las próximas lluvias se produzca otro embalse de aguas. Pidió una intervención en toda la quebrada y que la maquinaria del Municipio la limpie en la zona alta.
Desagregados:
Quebradas en Quito por zonas
45 en la cuenca del río Machángara.
33 en la zona centro norte
30 en el valle de Los Chillos.
26 en el valle de Tumbaco
22 en la cuenca del río Monjas.
20 en el noroccidente.
6 en Lloa.