Para Mario Villagómez, la restricción vehicular sí mejora las condiciones ambientales. Él cree que faltaron más decisiones paralelas.
Un año y un mes después de que rige el pico y placa en Quito, los trancones persisten en las vías. ¿Por qué la medida no fue eficiente?
Nunca funcionó, porque es una medida restrictiva que generó mercados paralelos y negros. El servicio público que debía ser la alternativa no está bien organizado ni hay rutas de acuerdo a los patrones de movimiento de la ciudad. La medida del pico y placa es contra la contaminación y no para aliviar la congestión del tránsito, porque las personas buscarán un medio para desplazarse de un lugar a otro.
Según un estudio de la Universidad Central, el pico y placa solo ayudó en un 3% a descongestionar la vías. ¿Hacen falta medidas paralelas?
Desde el inicio no hubo un sustento técnico. En otros países, el pico y placa es la última alternativa. Se lo aplica después de reorganizar las rutas de buses, taxis y transporte privado. Aquí se la hizo para palear la necesidad de hacer algo, pero no dio resultados. El estudio de la Universidad Central también demuestra que el taxismo informal subió en un 11%.
¿A qué se refiere cuando habla de mercados negros y paralelos?
Se generaron negocios ilegales. Hay más taxis informales, camionetas y hasta busetas escolares que ofrecen servicio público. Cobran tarifas de USD 0,80 en un viaje que cuesta 0,25. A Carlos Páez, secretario de Movilidad del Municipio, se le advirtió de eso.
El incremento de carros también incidió en el problema de movilidad. El ciudadano no se anima a dejar su auto en la casa…
Quito tiene 400 000 vehículos, solo en el 2010 ingresaron entre 50 000 y 60 000 carros más. Eso afecta a este tipo de medidas. Hay que mejorar el transporte público, para que el ciudadano deje de usar el transporte privado.
En ciudades como Quito, conflictivas y donde las distancias son largas, el uso del carro parece inevitable. ¿Por eso el pico y placa no arrojó los resultados esperados?
La columna vertebral de la movilidad es el tiempo de viaje. En economía del transporte se dice que el tiempo que una persona pasa en el transporte es una pérdida. Si en el bus el ciudadano se demora por lo menos 50 minutos y allí le estropean, va de pie y luego le toca caminar para llegar a su destino, obviamente no va a aceptar la restricción.
¿En qué incide que no se haya cumplido con la sincronización de los semáforos y el plan vial?
El Municipio dijo que paralelamente al pico y placa se iban a aplicar 25 medidas más, entre ellas la semaforización. No se han cumplido porque hay una pugna entre el Municipio y la Policía. Es un tema que debe manejar una sola institución.
¿Si el pico y placa se extiende a 12 horas diarias, podría cambiar esta realidad?
Va a ser igual que ahora. Va a generar más malestar, más mercados paralelos, que la gente compre carros con otras placas. Habrá más taxis informales. El Municipio no entiende que no es que la demanda va a bajar, baja la oferta.
Entonces, ¿cuál sería la alternativa para que los tiempos de viaje se reduzcan?
Un primer punto es reorganizar las rutas del transporte público en la ciudad. Hay líneas como la Colón-Camal que tiene más de 50 años, en ese tiempo cambiaron los patrones de movilidad. Además, el transporte público tiene tres columnas que hay que mejorar: el equipo rodante (los buses), el sistema de gestión (semaforización, señalización (control de frecuencias y rutas) y la infraestructura vial.
¿Se debe incluir en la restricción a los taxis, ya que en nueve meses se pueden registrar otros 7 000?
Aquí se han tomado medidas parches para resolver problemas de grupos de presión.
HOJA DE VIDA
Mario Villagómez
Su experiencia. Es asesor en temas de transporte público. Tiene 25 años de experiencia y una especialización en la U. de Harvard.
Su punto de vista. El pico y placa nunca funcionó, es una medida contra la contaminación, no para descongestionar el tránsito.