Quito cuenta con 15 parques rehabilitados en lo que va del 2023. Otros 97 están en recuperación de un total de 112.
En 2022, la Empresa de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop) entregó 11 parques arreglados.
Las obras que faltan se extenderán para 2023. Pese a estas intervenciones hay otros sectores, en donde los ciudadanos demandan trabajos.
Entre los espacios ya intervenidos del norte de Quito está el parque Inglés, punto de recreación de 20 000 personas. Son de los barrios San Carlos, Quito Norte, entre otros.
En el parque Quito Tennis, zona de alta plusvalía también del norte, se rehabilitaron las canchas de tenis, que sirven a 15 000 vecinos.
En el extremo sur de la urbe se rehabilitaron plazas, esculturas, juegos infantiles, zona canina, pista skate, tarima para eventos y estacionamientos del parque Cultural Turubamba, al que acuden unas 100 000 personas.
Raúl Iza, morador de Turubamba Bajo, cuenta que esta obra se consiguió con la insistencia de los vecinos y el apoyo de los dirigentes barriales. “Es nuestro compromiso velar para que se dé el uso para el cual fue construido y se haga cumplir el mantenimiento adecuado por parte del Municipio”.
En este caso se invirtió cerca de USD 1 millón. Es la mayor inyección de recursos de la Epmmop, en comparación a la de los otros nueve parques rehabilitados, que osciló entre USD 10 000 y USD 960 000.
Gustavo Guerrero, otro morador de Turubamba, considera que estos arreglos embellecen a la ciudad. “Los habitantes deben cuidar y mantener limpio el parque para que se conserve y tenga mucho tiempo de utilidad. Eso por el bienestar de todos”.
En la avenida Amazonas y Galo Plaza Lasso destaca la construcción del nuevo parque La Resiliencia (fase 1) con plazas, caminería, mobiliario urbano e iluminación, que beneficiará a 500 000 personas.
La inversión en esta decena de parques ha sido de USD 2,3 millones y beneficia a 735 mil personas.
97 parques están en rehabilitación
Quito cuenta en total con 1 691 parques. De estos espacios, el personal de la Epmmop aún está trabajando en la recuperación de 97 y se espera que las nuevas autoridades lideradas por el alcalde electo Pabel Muñoz concluyan, en beneficio de la comunidad.
En este grupo está por ejemplo la fase 2 del parque Resiliencia; otros 90 sitios recreativos de sectores populosos, como Calderón, Pomasqui, en el norte; Chillogallo, Quitumbe Solanda, en el sur.
La Comuna, en donde ocurrió el aluvión hace un año, se espera también la rehabilitación del parque. Hay otros cuatro parques en Pambachupa y 15 en los barrios: El Calzado, Unión y Justicia y Los Arrayanes, en el sur.
Plan de iluminación LED en 116 parques
Durante la alcaldía de Santiago Guarderas, uno de los ejes estratégicos para la Epmmop consistió en la implementación de un nuevo sistema de iluminación LED en 116 parques, de los cuales 108 ya fueron entregados.
Actualmente, se trabaja en estructuras que se requieren para el soterramiento de cables de los ocho parques restantes y se prevé que estén listos para finales de marzo del 2023.
La entidad municipal no cuenta con un análisis acerca de la seguridad en estos sitios, pese a que este tipo de iluminación se implementó para reforzar la seguridad y reactivar los espacios públicos.
Nicolás Aguirre, morador de Calderón, comenta que se llevó experiencias desagradables en dos parques metropolitanos de la ciudad el año pasado.
“Estaba saliendo del parque Metropolitano (Guangüiltagua) con mi novia a eso de las 17:30 para ir a la casa, cuando un ladrón salió de sorpresa de la hierba crecida y como no había luces, ni alguien en los alrededores, fuimos asaltados con un cuchillo”, lamenta.
Aguirre dice que en otra ocasión -cuando se encontraba solo en el parque Bicentenario– fue sorprendido por ladrones en medio de la oscuridad. Los sujetos le sostuvieron mientras buscaban objetos de valor para robarle. Como él no puso resistencia, le dejaron libre, pero le robaron su celular.
Para el urbanista Hernán Orbea, la iluminación en los parques es importante, puesto que en los sitios abandonados es en donde primero se cometen delitos, señala. Sin embargo, aclara que, eso no quiere decir que la inseguridad se vaya a reducir.
Orbea señala que los parques tienen que ser espacios transitados, por lo que no está de acuerdo con que la informalidad que se realiza en estos espacios públicos represente desorden o sea motivo de preocupación. “Un vendedor ambulante -por conservar su negocio- va a querer que sea un espacio seguro y eso hará que se transforme en un vigilante del lugar. También cooperará para que el espacio no se deteriore”, dice.
Vecinos demandan atención en otros espacios
La inversión realizada en 2022 y lo que va del 2023 no parece ser suficiente porque los quiteños reportan quejas de otros puntos de Quito.
Iván Alemán vive en el barrio La Mariscal. Según él, es difícil y muy duro ver cómo un barrio tan importante -que es una de las zonas turísticas de Quito- ha sido olvidado por las autoridades municipales.
En ese sector hay tres parques. Todos están abandonados, con maleza, basura y sin iluminación, lo que genera inseguridad no solo en las personas que viven ahí, sino también en los visitantes.
Alemán menciona que ha existido una huella eminente de maltrato y descuido. Así, por ejemplo, el parque Gabriela Mistral no cuenta con iluminarias en buen estado y mucho menos con vigilancia.
“El parque -que es el lugar para el encuentro ciudadano– se da en condiciones precarias. Y prácticamente se lo ha abandonado porque ni la gente se siente lo suficientemente segura. Tampoco el diseño y la construcción ofrecen las garantías para que sea un centro de cohesión”, agrega el urbanista Orbea, para quien se debe reforzar la idea del parque en alianza con los equipamientos y los servicios que necesitan las personas. La idea es fomentar el sentido de pertenencia.
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