Los trabajos de asfaltado en la avenida Simón Bolívar, a la altura del puente de Guápulo, generaron problemas de movilidad.
Las filas de carros se iniciaron desde el intercambiador de Cumbayá. Ahí, cientos de autos, que circulaban en sentido norte- sur, esperaron para pasar por un estrecho viaducto de dos carriles.
En el sector, seis volquetas y tres maquinarias pesadas trabajaban en el retiro de la capa asfáltica del carril izquierdo. Esto obligó a que los autos utilizaran una sola fila.
El estrés que se vivió en la vía fue evidente. Los conductores que llegaron desde Calderón, Cumbayá, Los Granados y otros sectores del norte del Distrito sacaron los brazos por las ventanas y con señales pedían que la fila avanzara con celeridad.
Frases como: “Es terrible”, “Ya no se puede más”, “Ya quiten esas máquinas”, “Por qué no trabajan en la noche”, entre otras, se escucharon con constancia.
Para distraerse, algunos automovilistas optaron mejor por escuchar música a alto volumen, conversar o chatear por celular.
“No es posible que este tipo de trabajos se realicen en el día. Las obras de asfaltado deben hacerse en la noche o en la madrugada. ¿No saben el tráfico que crean?”, comentó Carlos Montero, conductor de una camioneta Toyota.
Ramiro Rodríguez, otro chofer, dijo que se demoró una hora y media desde el estadio de Liga(Ponciano) hasta el puente de Guápulo. Cuando días atrás el mismo recorrido lo realizó en 45 minutos. “Esto aún con tráfico”.
“Ya llevo más de dos horas en esta congestión. Tenía que llegar a una misa en el sur de la ciudad. A este paso no llegaré ni al banquete”, señaló Mariana Carrera. Ella permanecía arrimada en el volante y a la espera.
Pero la agonía del tráfico fue insoportable para los pasajeros del bus de la cooperativa 6 de Diciembre. Ahí, ocho de las 15 personas que viajaban de pie se apoyaron en los asientos para hacer más llevadero el trancón.
Casos como estos, se observaron en los aproximadamente ocho km de tráfico que ocasionaron las obras en esta vía. Al ingreso al puente, dos policías controlaron el paso de los carros . Ya que, al circular por el viaducto los tres carriles se convertían en uno.
Una de las principales quejas de los usuarios fue la falta de información sobre el cierre parcial de la vía. “No dicen nada. Y uno por desconocimiento se mete en estos embotellamientos”, señaló José López, conductor atrapado.
Los trabajos culminaron ayer. Pero a las 17:00 inició la señalización horizontal y vertical en los carriles sur-norte. Según datos de la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop), la obra registra un avance del 95% y forma parte de la rehabilitación integral de la av. Simón Bolívar.
Está previsto que la señalización continúe hoy en la vía que va en sentido norte – sur. La probabilidad es que se vuelva a dificultar el tránsito por la Simón Bolívar, desde el puente G. Rumiñahui hasta el viaducto de Guayasamín.