A las 07:30 de ayer, el tránsito fue fluido en las avenidas Eloy Alfaro y Shyris. El bus 35 de la Cooperativa Catar circuló sin inconvenientes, en sentido oriente-occidente.
Del otro costado de la vía, varios conos anaranjados y cintas amarillas con la palabra peligro impedían la circulación vehicular por uno de los tres carriles en sentido occidente-oriente.
La restricción vehicular en este carril se dio después de que el pasado 1 de noviembre se derrumbó un talud de aproximadamente 18 metros de profundidad, donde se construía el edifico residencial Carolina Milenium.
Según Germánico Pinto, gerente de la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop), la restricción en un carril de la av. Eloy Alfaro y en la calle Francisco Andrade Marín será hasta que terminen los trabajos de anclaje en el talud. Se calcula que dure 45 días.
Miembros de la Policía de Tránsito vigilaban la circulación en el sector de La Carolina.
El cabo Juan Carlos Trujillo informó que desde las 06:00 la circulación en el sector fue normal. No se realizaron desvíos.
En horas pico, desde las 07:00 hasta las 09:30, se formó una fila de vehículos que avanzó lento por la Eloy Alfaro. No hubo trancón.
Por los dos carriles habilitados circularon buses, taxis y autos particulares. Humberto Vaca, taxista, comentó que no ha tenido mayor inconveniente en el tránsito por el tramo de la Eloy Alfaro, desde la República hasta la Shyris.
Con conos y cintas se habilitó una improvisada acera junto al derrumbe.
Los problemas de movilidad se evidenciaron en los habitantes de los edificios de la calle Francisco Andrade Marín. En esa zona, producto del derrumbe se perdió el 80% de la calzada.
Vecinos como Luis Alfonso López no pudieron guardar su vehículo en el parqueadero de su vivienda. Él y su familia se alojaron en la casa de un amigo, en el valle de Los Chillos. Ayer en la noche regresaron a su vivienda en el auto de uno de sus familiares.
“Durante el feriado no hubo problemas, pero en el transcurso de la semana aún no sé cómo solucionar mi serio inconveniente para movilizarme”, dijo López.
Una de las opciones para esta familia es dejar el vehículo en un parqueadero público cercano.
A las 07:45, Paulina Miño, moradora, salió de su vivienda, en la calle Francisco Andrade Marín.
Ella caminó junto con su hija hasta la av. Eloy Alfaro. Ahí esperó la llegada del transporte escolar. “Antes, el recorrido pasaba por la puerta de mi casa, ahora tengo que caminar hasta la Eloy Alfaro”.
Unas 35 familias fueron evacuadas, algunas se dirigieron a las casas de sus familiares y otras fueron trasladadas a un hostal del sector. La constructora GLS asumió el costo de la estadía. El pasado domingo, los miembros de las familias regresaron a sus departamentos. Algunos negocios que están instalados en la calle Carlos Andrade Marín permanecieron cerrado, hasta ayer.
Los trabajos
Hasta la fecha se han depositado 7000 metros cúbicos de tierra en el sitio del hundimiento.
También se verificó que las estructuras de los edificios cercanos al sitio del derrumbe no estén afectadas.
Al rededor de 45 días durarán los trabajos de anclaje en el muro de aproximadamente 18 metros de profundidad.
Sonia Nazareno/ propietaria de una peluquería
‘Necesito una solución inmediata’
Necesito una solución, tengo deudas que pagar. Yo vivo de esto. Me enteré del derrumbe en las noticias, cuando me dirigía a Esmeraldas. Recién vine hoy (ayer) a ver qué pasaba. Estoy fregada, no puedo trabajar. Debí abrir la peluquería desde las 08:30, pero creo que primero tienen que solucionar el problema. No creo que ya haya suficiente seguridad. Siento que el piso se mueve. Al mediodía, normalmente les traigo a mis dos hijos acá. No sé cómo pudieron hacer una excavación tan profunda. Pudieron haber muerto personas. <
Cumandá Zambrano/ moradora
‘No tenemos teléfono ni Internet’
No creo que el muro se haya caído por el sismo del otro día. Técnicamente, se determinó que la construcción fue mal hecha. No tenemos teléfono ni Internet. Evacué el martes y regresé el domingo en la noche. Retorné porque extrañaba mi casa.Nopienso ir a vivir a otro lado. Tienen que dar una solución . Solo así estaremos tranquilos.
Estoy preocupada por dejar el auto en la calle. No puedo guardarlo en el garaje del edificio. Los distribuidores de gas no han pasado por aquí.Con mi hija, fui por toda la ciudad para encontrar un tanque.
Guillermo Sánchez/ propietario de una papelería
‘Estoy preocupado por la clientela’
El domingo, a las dos de la tarde, supe que ya podía abrir la papelería. El ingeniero Gonzalo León, de la constructora GLS, me dijo que todo estaba en orden, pero no sabemos si abrir hoy. Ayer, con mi esposa, venimos a limpiar el lugar. Al día siguiente del accidente sacamos el 90% de la mercadería. Si dejamos el local cerrado, tendríamos muchas pérdidas. Estamos preocupados de que no vengan los transeúntes de la Eloy Alfaro. Creen que el local está cerrado. No podemos cruzarnos de brazos. Tenemos que seguir adelante. De esto vivimos.