Tres horas para ver a Quito con otra mirada. Desde el segundo piso de un bus turístico se descubren otras perspectivas de la ciudad. En la Amazonas y Patria, un malabarista demuestra su habilidad con tres pelotas de caucho.
La vista en picado ayuda a captar un ángulo distinto: el de las pelotas que parecen chocarse sobre la cabeza del extranjero, mientras forman círculos en el aire. Un plano imposible de captarlo desde el asiento de un automóvil, cuando malabarista y pasajero están casi a la misma altura.
Más allá, al policía que organiza el tránsito casi no se le ve el rostro.
El primer plano capta la copa de su gorra y el diseño superior de su chompa azul. Tampoco se puede apreciar a plenitud el corte frontal o posterior del FJ Cruiser, que espera el cambio de la luz del semáforo, la mirada solo se enfoca en el coco del lujoso carro.
Ahora, la locación pasa del sector de La Mariscal al Centro Histórico. Desde la parte más alta de la García Moreno, el trazado de la ciudad es recto, con una loma que se levanta al fondo de la calle. En la cima se erige la Virgen de Quito. Al hacer el zoom, el Panecillo muestra su discreto encanto.
Por la García Moreno, la cámara recorre cerca de los balcones de madera, adornados con coloridos geranios. Las tomas de paso registran fachadas de colores pastel, bien cuidadas y una panorámica dominada por techos de teja, faroles con aspecto retocado y ventanas con marcos de madera lacada y delimitadas por dinteles de yeso esculpido.
En la libreta de apuntes se registra las 10:30 del jueves último y se va a captar la siguiente escena, en la Plaza Grande. Los actores y actrices son hombres y mujeres, que lucen vestidos elegantes y con maletín en mano caminan apresurados por las aceras de adoquín decorativo. También hay estudiantes de escuelas, que no dejan de levantar la mirada y las manos para saludar con los turistas que viajan en el bus.
Al hombre que todas las mañanas predica la palabra de Dios se lo ve más diminuto, con la cabeza agachada frente a las amarillentas hojas de la Biblia.
A pocos metros, el elenco de turistas se encuentra con la iglesia de La Compañía. La fachada de piedra atrapa su atención. Ellos se ponen de pie y admiran la joya arquitectónica. A través de los parlantes se escucha una voz amable que cuenta una breve historia de una de las maravillas de Quito.
Marcela Yépez está de paso por la capital y se integró al tour a última hora. “No me podía perder de conocer esta belleza”.
El bus de dos pisos recorre por La Mariscal y por el Centro Histórico de la ciudad. Parte del bulevar de la Naciones Unidas y la última de las 12 paradas es en El Teleférico. El recorrido sale cada hora, desde las 09:00 hasta las 16:00. Los fines de semana y feriados hay un tour nocturno.
Subiendo al Panecillo, otra panorámica que arranca admiración: el conjunto de edificaciones patrimoniales con techos de teja.
Las construcciones están agrupadas en manzanas, trazadas geométricamente con calles principales y secundarias. Desde arriba, las cúpulas de las iglesias patrimoniales parecen levantarse sobre los antiguos techados.
“Es como una película. Ya he perdido la cuenta de las veces que he venido al Centro Histórico, pero siempre con una mirada diferente”, comentaba Marco Palacios, en el asiento delantero del segundo piso del bus. El recorrido dura tres horas. Un tiempo para ver a Quito, sus edificios, sus personajes y su cotidianidad desde una altura diferente, que, en algunas casas, permite mirar qué hay detrás de los muros.
Costos y horarios
Las 12 paradas del bus: bulevar de la Naciones Unidas, Jardín Botánico, La Mariscal, El Ejido, Centro de Arte Contemporáneo, la Basílica, La Compañía, el Panecillo, bulevar de la 24 de Mayo, Plaza Grande, Parque García Moreno y Teleférico.
El tour cuesta USD 12 para adultos y 6 para niños, personas de la tercera edad y también con discapacidades.
El Quito Tour Bus recorre el circuito establecido en tres horas. Las salidas desde la av. Naciones Unidas: 09:00, 10:00, 11:00, 13:00, 14:00, 15:00 y 16:00. Hay tres unidades disponibles para movilizar a los turistas.
El turista puede adquirir su pase en: Tienda El Quinde, (Venezuela y Espejo). En la oficina de Quinde Tour, (av. Naciones Unidas y Japón). En la boletería del Jardín Botánico (interior del parque La Carolina).
También en el Punto de información turística de La Mariscal. En la isla de Mall El Jardín (primer piso). En el mismo bus, cancelando el valor en el momento del embarque.