Entrevista a Marco Córdova, profesor investigador en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales.
Para este año se anunció el inicio de la construcción del metro en Quito. ¿Cómo mejorará esta obra la vida de los habitantes de la capital?
La construcción del metro indudablemente mejorará la calidad de vida de los quiteños, porque habrá una optimización sustancial de la infraestructura del transporte público. Con esta obra se potenciará la consolidación de nuevas centralidades urbanas y los procesos de densificación de la ciudad. La gente reducirá sus tiempos de recorrido, podrá disfrutar de más tiempo en familia y del espacio público. También habrá menor contaminación ambiental. Aunque debería tomarse en cuenta otros aspectos para articular de manera integral el tema de la movilidad.
¿A qué aspectos se refiere?
De la manera como está planteada la primera línea del metro, que va de Quitumbe a El Labrador, no se solucionará el problema de la movilidad y el transporte público. La ciudad está creciendo en las periferias y en los valles. Por eso, el metro debería ser un eje central sobre el que se articule otro tipo de transporte como trenes de alcance a los valles, alimentadores para las zonas más periféricas. Se debe incluir al transporte no motorizado como las bicicletas en el proyecto.
¿Qué sucederá con los autos particulares? ¿La implementación del metro contribuirá a desincentivar su uso?
Estudios realizados por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en varios países demuestran que cuando se implanta un metro en una ciudad, el primer año hay un pequeño porcentaje de disminución de uso del transporte privado, pero en los siguientes vuelve a incrementarse. Esto significa que el mejoramiento del transporte público no necesariamente desincentiva el uso de autos particulares. La congestión vehicular persistirá debido a que el parque automotor aumentará en la medida que se incremente el poder adquisitivo de las personas.
¿Es decir, que la movilidad en Quito seguiría siendo conflictiva?
El metro no solucionará el problema de congestión en la ciudad en su conjunto. Para desincentivar el uso de autos particulares se debe establecer medidas restrictivas como tarifas más altas para los parqueaderos en las zonas centrales, eliminar el subsidio de los combustibles. Además, se debe fortalecer el uso de vehículos no motorizados.
¿Los proyectos del metro o el aeropuerto de Tababela podrían lograr que los quiteños se sientan más identificados con la ciudad?
Sí. Los grandes proyectos urbanos generan un impacto fundamental en la estructura de la ciudad. Con esto se consolidará el sentido metropolitano de Quito. Se contará con una infraestructura más sofisticada, con una mejor tecnología. Esto optimizará la imagen de Quito y por ende sus habitantes podrían apropiarse de estas obras.
En el caso del aeropuerto, ¿cómo impactará en la gente su reubicación?
La salida del aeropuerto Mariscal Sucre es una oportunidad para que la ciudad se transforme en términos de desarrollo urbano. En esa zona disminuirá la congestión, se aprovechará mejor el espacio público, se podrá redensificar con mayor número de residencias el sector, que ha tenido otra dinámica.
¿Cómo impactará la operación del nuevo aeropuerto en el sector de Tababela?
En esa zona de desarrollará una nueva centralidad, porque alrededor del aeropuerto se necesita otro tipo de servicios, de equipamiento, de vinculación con otros sectores. Habrá un proceso de transformación en el uso y mercado del suelo. El Municipio deberá gestionar la plusvalía para evitar posibles especulaciones mobiliarias que podrían crear conflictos, así como la construcción desordenada en Tababela.
¿El traslado del aeropuerto de Quito afuera de la ciudad podría generar una reacción negativa en los usuarios?
Eso es un problema menor. En la mayoría de ciudades los aeropuertos se encuentran en las periferias. Y en muchos casos, como en Quito, el mismo crecimiento de las ciudades ha hecho que estos sean reubicados. Si bien habrá un cambio en el tiempo de traslado al aeropuerto eso será algo secundario. El problema es otro.
Entonces ¿cuál sería el principal problema?
Hasta que las vías de acceso planificadas estén desarrolladas, se generará congestión vehicular en las vías que conducen a Cumbayá y Tumbaco.
¿POR QUÉ ESTÁ AQUÍ?
Su experiencia. Es arquitecto y profesor investigador del programa Estudios de la Ciudad de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).
Su punto de vista. Asegura que la construcción del metro y la reubicación del aeropuerto consolidará a Quito como ciudad metropolitana.