La familia Gordillo Ipiales y 12 jóvenes del conjunto Jardines de Marianitas brindan un vaso de arroz con leche y un pan a los pobres. Foto: EL COMERCIO
Todos los años, después del Viernes Santo, la familia Gordillo Ipiales y 12 jóvenes del conjunto Jardines de Marianitas, ubicada en la vía a Marianas (norte de Quito), se ubican a un costado de la entrada principal de la iglesia de San Francisco (Bolívar y Cuenca) para brindar un vaso de arroz con leche y un pan a los pobres.
Hoy sábado, 26 de marzo, las 11:00 brindaron unos 100 vasos de ese preparado de dulce. Mónica Ipiales, después de servir y atender a un grupo de adultos mayores que se dedica a pedir caridad fuera del templo, rescató el sentimiento que le motivo a estar allí: “El compartir llena el alma. Con el tiempo uno se convence que lo que hay en este mundo es para todos”.
La mujer de 47 años, quiteña de nacimiento, rodeada de sus dos hijos y siete jóvenes vecinos del conjunto, reiteró que el objetivo también es “enseñar a sus hijos y amigos con el ejemplo; es decir, que el corazón se vuelve más generoso, que lo mucho o poco que se tiene se puede compartir sin mirar a quien”. Además, pretende “decir a la gente de su familia que afuera hay una realidad dura y hay que agradecer lo que se tiene”.
El dinero para los productos del arroz con leche y el pan se pudo juntar con el aporte de 12 jóvenes del conjunto. Cada uno puso su grano de arena, unos dinero y otros algún producto, lo que podian dar. Un niño de 12 años le entregó a doña Mónica USD 0,30 y “en ese gesto se vio más la voluntad y el cariño”.
Mónica dijo que escogió la Semana Santa para brindar su tiempo “porque en esta fecha Jesús esta más presente y toca el corazón”. Este gesto ya lo realiza desde hace tres años y lo seguirá haciendo “con la ayuda de Dios“.
A las 12:00, todo el grupo con la última olla con arroz con leche bajó a la iglesia de Santo Domingo. Katerine Gordillo, otra integrante de grupo, se marchó haciendo un llamado: “Se necesitan más manos para dar a los más pobres. Y pido a la gente que tiene esa posibilidad que lo haga, la paga es una sonrisa amplia y sincera”.