Una casa nueva de 40 m², con espacios verdes, servicios básicos y con tecnología amigable con la naturaleza (paneles solares para calentar el agua), es el sitio donde ahora vive Jaime Barahona.
Él, junto con su familia, es uno de los beneficiados de las 402 viviendas que se construyeron en el sector de la Mena Dos, para reubicar a las familias que vivían en las zonas de alto riesgo a deslaves.
Mientras regaba con agua unas plantas sembradas en las afueras de su casa, le dio la bienvenida a Blanca Tipanta. Ella fue su vecina en el barrio La Forestal y el pasado viernes llegó hasta la Mena Dos para conocer su vivienda. “Mañana habrá una minga para sembrar algunos árboles”, le comentó, entusiasmado, Barahona.
Los dos ex moradores del La Forestal recuerdan con exactitud el día que se inició la invasión en ese sector de la ciudad. Fue un 23 de marzo de 1993. “Llegué junto con mis padres”, recordó Barahona. Durante 17 años, las fuertes lluvias de cada invierno acentuaban el riesgo.
Hasta que el 4 de abril del 2011, una parte del talud sobre el cual se asentaba su vivienda, se desmoronó. La tierra cayó a la av. Simón Bolívar y alcanzó a cinco personas, que transitaban en sus vehículos. Ellas fallecieron.
Este acontecimiento hizo que el Municipio tomara la decisión de reubicar definitivamente a las 115 familias que habitaban en ese sector.
Por las calles del conjunto habitacional se ve a niños pasear con sus bicicletas y moradores caminando junto con sus mascotas. En la parte alta hay varios juegos infantiles. Ahí se distraen a diario los hijos de los jefes de hogar.
“Por más de medio año viví donde mis primos. Creí que no les volvería a ver a mis amigos, pero les encontré en la colonia vacacional que se organizó aquí”, comentó Juan Portilla, de 10 años. Él vive en un departamento ubicado en la parte posterior. Sus vecinos son los mismos que tenía cuando vivía en La Vicentina, otro sitio declarado como zona de riesgo.
Al mediodía, los niños salen de la colonia vacacional. Algunos padres van por ellos. Los mayores se saludan y conversan entre ellos sobre las mingas y las reuniones para elegir la directiva.
Las familias relocalizadas vivían en 12 barrios que fueron afectados, especialmente, por los deslaves causados por las lluvias. Son 398 familias las que se beneficiaron del plan habitacional impulsado por el Municipio de Quito con apoyo de instituciones estatales como el Miduvi.
Las construcciones, casas y departamentos, se levantaron sobre 30 000 m². Hay espacios para actividades comunitarias, de entretenimiento y desarrollo social. Además, parqueaderos.
El proyecto
Las casas tienen sala, comedor, cocina, un baño y una bodega. En las terrazas hay paneles solares, que sirven para calentar el agua. Las columnas son independientes porque tienen proyección para tres pisos.
Los departamentos tienen sala, cocina, comedor, baño y dos dormitorios. Hay quienes prefieren que se les entregue sin acabados para abaratar el costo.
La inversión: USD 6 747 331. Ese dinero sirvió para la construcción de 336 departamentos y 72 casas.
Los beneficiarios recibieron un bono de USD 10 650. Los otros de USD 3 000 lo financiaron con una entidad bancaria.