En los próximos 11 años, el crecimiento de Quito será solo vertical. Una nueva ordenanza prohíbe la expansión horizontal, es decir la creación de nuevas urbanizaciones y barrios. El propósito es racionalizar el uso del suelo. Las medidas son parte del plan de desarrollo y ordenamiento territorial aprobado en el Concejo, el pasado 22 de diciembre.
René Vallejo, asesor técnico de la Secretaría de Territorio Hábitat y Vivienda del Municipio, explicó que el plan incluye tres paquetes de reformas legislativas que proponen un nuevo modelo de gestión del territorio.
“Este modelo busca integrar la planificación territorial con los gobiernos locales vecinos, determinar las áreas de protección ecológica, redefinir los límites urbanos, redistribuir servicios y equipamiento en nuevas centralidades, mejorar la movilidad y fortalecer los espacios públicos y las áreas verdes”, informó.
A lo largo de la calle Loja, entre la Antonio Borrero y la Venezuela, la estrecha calzada está flanqueada por casas con estilo colonial de hasta dos pisos. Allí, el estatus patrimonial de estas viviendas impide el crecimiento vertical en el Centro Histórico.
Juana Quinteros vive en la zona desde hace 48 años. Su casa es de dos pisos, en la planta baja hay un patio grande con varias habitaciones y el segundo piso está dividido en dos departamentos.
Para ella, el espacio es primordial en una vivienda. Comenta que no podría vivir en un departamento por la estrechez, la falta de interrelación con los vecinos y la dificultad de tener una mascota. Además, en el Centro Histórico se concentran los servicios administrativos y comerciales.
La González Suárez es uno de los sectores donde se permite la construcción de edificios altos. Se pueden construir hasta de 16 pisos. De igual manera en los barrios que están asentados a los costados de las principales avenidas también se permite levantar edificaciones altas. En las laderas, el límite es de tres pisos.
Alberto Andino, presidente del Colegio de Arquitectos de Pichincha, aseguró que en la práctica las ordenanzas por sí solas no promoverán el crecimiento vertical. “Es necesario crear incentivos económicos y sociales para que las personas inviertan”.
Añadió que en la planificación debe incorporarse la participación ciudadana y de los gremios de profesionales. “El 65% de las construcciones son informales. Y de los 6 500 profesionales en Pichincha, solo 1 500 ejercen”.
Uno de los cambios más importantes del nuevo modelo es la eliminación de la categoría de suelo urbanizable. Es decir, la eliminación de aquellos terrenos que eran aptos para integrarse al territorio urbano y que se actualizaba cada cinco años. “Ahora solo hay suelo urbano y rural”.
Ese cambio significó una redefinición de los límites de la ciudad, que actualmente ocupan 41 211 hectáreas y no crecerá hasta el 2022. Un análisis de áreas urbanas reveló que en Quito hay 6 000 hectáreas de suelo desocupado, que está subutilizado.
Según Vallejo, el propósito es contener la expansión horizontal de la ciudad, ocupar el terreno baldío y promover el crecimiento vertical dentro de los nuevos límites. Para promover el crecimiento hacia arriba, el plan se complementará con la construcción de proyectos de vivienda y equipamiento en propiedades estatales. Además, los dueños de casa podrán construir más pisos, pero pagando al Municipio.
Elizabeth Cabezas, de la Comisión de Territorio, dijo que la definición de límites y la legalización de barrios es una manera de frenar la especulación en el costo de la tierra. En los últimos dos años se legalizaron 172 asentamientos en la ciudad y faltan 478.
La Ordenanza
Delimita el Distrito en suelo urbano y suelo rural, se elimina el suelo urbanizable para evitar la expansión urbana en la periferia y se busca que la ciudad crezca hacia arriba.
Las normas de Arquitectura y Urbanismo establecerán las exigencias constructivas para urbanizaciones, tipos y ancho de vías y aceras, requerimiento de servicios, entre otros.
Toda construcción que tenga más de cuatro pisos deberá instalar ascensores . En el caso de las viviendas de interés social habrá una excepción.
Habrá un incentivo para las construcciones ecológicas. Aún no está definido.