Entre el 40 y el 50% de los jóvenes recién graduados de profesionales en el Distrito buscan trabajo a través de las bolsas de empleo de las universidades.
Estos sistemas generan canales para que empresas públicas y privadas empleen a estudiantes y profesionales, de acuerdo con sus requerimientos. Los perfiles son clasificados en una base de datos, a través de sistemas electrónicos. Ahí los separan según edades, capacidades, experiencia, etc.
La bolsa de empleos de la Universidad San Francisco de Quito tiene una trayectoria de 20 años. Gloria Gangotena, coordinadora del Departamento de Contacto Empresarial, aseguró que es una gran ayuda para los jóvenes que salen de la universidad.
“Ellos se involucran con el sector empresarial, van conociendo y eso les da una ventaja. También el empleador sabe qué alternativas tiene y la formación y preparación de los aspirantes”.
En la San Francisco anualmente se gradúan 1 000 personas, de ellas 600 participan en el programa de Contacto Empresarial de la universidad. Por medio de la bolsa de empleos, los aspirantes encuentran trabajo en cinco meses como máximo. Según Gangotena, el programa tiene el 80% de efectividad para vincular a los jóvenes con las empresas públicas y privadas, con las que mantienen convenios. Actualmente hay 800 personas inscritas en el programa.
Las carreras más solicitadas por las empresas son las administrativas. El 70% de las solicitudes busca profesionales especializados en Administración de Empresas, Contabilidad, Gerencia, Ingeniería Comercial, Auditoría, Economía, etc.
Paulina Vallejo tiene 27 años y es ingeniera comercial desde hace dos. Ella se postuló en la bolsa de empleos de la Universidad Politécnica Salesiana, luego de dos meses de buscar trabajo sin obtener una respuesta favorable.
“Al mes tuve varias entrevistas. Con los contactos que tiene la universidad se me facilitó la búsqueda de trabajo”.
La bolsa de empleo está activa en 17 universidades de la ciudad.
Diego Romero es director de una consultora que tiene tres años de creación. En su empresa trabajan 25 personas y el 40% tiene especialidad en Administración. “En la actualidad estas carreras manejan el mundo empresarial”.
En la Universidad de las Américas (UDLA), el 38% de los jóvenes graduados no busca trabajo. Según el estudio que realizó el Departamento de Investigación de Mercado, las razones son estudios de posgrado, viajes y el año sabático, principalmente. La bolsa de empleos de la UDLA tiene 600 usuarios del sistema.
Soledad Londoño, coordinadora de Promoción Profesional, aseguró que el proceso de seguimiento es complejo porque no existe retroalimentación de las empresas. “No siempre podemos verificar que se concrete la colocación. Tienen sistemas de confidencialidad y no hay respuestas”.
Para el economista Pablo Dávalos, catedrático de la Universidad Católica, las bolsas de empleo generan beneficios tanto a los aspirantes como a las empresas, porque disminuyen los gastos en la búsqueda de aspirantes para llenar las vacantes.
“Es útil para las empresas tener una base de datos en la que consten recién graduados y que tengan una alta calificación. Además, que puedan integrarse inmediatamente a la empresa”.
No todos los profesionales optan por buscar empleo después de graduarse. Hay quienes generan su propia fuente de ingresos, a través de la creación de negocios propios. Luis Fernando Puente y Gastón Zambrano empezaron un negocio de elaboración de bicicletas de bambú hace tres años. Ellos son ingenieros agrónomos.
El proyecto ha sido reconocido por el programa EmprendEcuador en dos ocasiones. El capital no es suficiente para importar las bicicletas, que es la aspiración de los socios. “Queremos desarrollar más productos de bambú”.