El martes pasado, el abogado Carlos Cerón salió disgustado del nuevo Registro de la Propiedad, en el norte. Era la sexta vez que acudía a la entidad para retirar unos certificados de gravamen, pero no estaban listos. El pasado 3 de julio ingresó la petición, en la factura se le indica que 15 días después los entregarían. “Me dicen que regrese mañana, pero así me tienen desde la semana pasada.
[[OBJECT]]Ya han pasado 23 días desde que hizo la solicitud y no concluye el trámite. Su cliente le reclama todos los días por la falta de celeridad en la obtención del documento. En las siete ventanillas de retiros de documentos, el malestar fue general el martes y ayer. Hay demoras en los despachos.
“En el antiguo Registro de la Propiedad, un certificado de gravamen lo entregaban en ocho días, ahora lo hacen en 15días”, dijo, molesto Germán Ochoa, auxiliar de un abogado.
En su factura se detallaba que el viernes pasado debía retirar el documento. El martes le dijeron que regresara al siguiente día. La justificación que le dieron en la ventanilla fue que los libros estaban mal marginados (marginar es anotar los cambios).
Desde el 29 de junio pasado, el Registro de la Propiedad es administrado por el Municipio de Quito, en cumplimiento de lo que dispone el Código de Ordenamiento Territorial.
Gladys Mora solicitó dos certificados de gravamen el 11 de julio y canceló USD 23. Sus documentos debían estar listos el sábado pasado. Tras tres días de regresar a la entidad y no obtener los certificados reclamó furiosa, y le pidieron que regresara en la tarde.
El registrador de la Propiedad, Sandro Vallejo, reconoció el retraso en el despacho de documentos. Dijo que el que está más afectado es el de certificaciones, porque tiene mayor demanda. De las 1 200 peticiones diarias, el 80% corresponde a este tipo.
Vallejo justificó la demora por cuatro causas: trámites represados, falta de mobiliario y equipos propios, la integración del traspaso del sistema informático con el del Municipio y la capacitación necesaria a los 170 empleados.
En la primera semana que el Municipio asumió la competencia, se receptaron solicitudes pero no hubo despachos porque aún no se nombraba al Registrador. Por ello se represaron 6 000 trámites. Actualmente se despacha un promedio de 2 200.
El mobiliario actual de la entidad es prestado por el Municipio, la adquisición definitiva está en trámite en el portal de Compras Públicas. En el cuarto piso, donde funciona la oficina de Vallejo, los empleados comparten las mesas. Solo en la primera planta, donde se atiende al público, hay mobiliario nuevo.
Entre las 09:30 y las 11:00 y entre las 14:30 y las 17:00 hay más aglomeración de personas frente a las ventanillas. La fila para obtener un turno llega hasta la vereda de la calle Ulloa. José Guerrero se demoró dos horas hasta llegar a la ventanilla para retirar un certificado que debía estar listo el viernes pasado. Como al resto de usuarios, le pidieron que regresara al siguiente día. Era la tercera vez que iba a la institución.
Fuera de esos horarios, la atención es más ágil, Verónica Garzón fue una de las primeras en llegar ayer, a las 08:30. En 15 minutos dejó la solicitud para el certificado de gravamen. Le ofrecieron entregarle en 15 días. “El papel lo necesito antes para levantar la hipoteca de mi casa”.
Para Vallejo son problemas propios de la transición y se extenderán hasta mediados de agosto.
Luego de ese tiempo, asegura que se reducirán los plazos para los trámites. Uno de los propósitos es que estos también se puedan realizar vía electrónica.
12 horas de atención
De lunes a viernes el horario de atención es de 08:00 a 20:00, ininterrumpidamente. Los sábados es de 08:00 a 14:00.
Los archivos del Registro de la Propiedad serán digitalizados. La anterior dependencia digitalizó los documentos solo de los 10 últimos años. Son 10 000 tomos y 11 gigabytes de información que se transfirieron al nuevo edificio, bajo la administración municipal.